Oficina de la comisaría de policía -12:35 a.m.-
– Blair Johnson.
Estaba sentada en la oficina de la comisaría de policía, donde trabaja Matteo. El lugar estaba lleno de actividad, con agentes de policía moviéndose de un lado a otro, llevando carpetas y discutiendo casos. Miré unos papeles y documentos relacionados con un asesinato reciente.
Eché un vistazo a la carpeta con la información de la víctima. Su nombre era Alondra Jones. Una mujer de aproximadamente 35 años. Sufrió abuso de todo tipo, por parte de su pareja y personas cercanas a ella.
— ¿Por qué estos casos siempre se tratan de mujeres..? —
Era algo que siempre me preguntaba constantemente, sobre todo cuando los profesores de la universidad nos hacían la pregunta..
"¿Por qué hay más casos de mujeres?"
— Generalmente suelen ser por violencia doméstica, abuso sexual, algún golpe que pueda conducir una muerte rápida.. —
Matteo respondió mientras miraba otros papeles. Suspiré y bajé la mirada, observando la imagen de aquella mujer, que ahora se encontraba sin vida.
— ¿Ya saben quién fue? —
Matteo alzó la mirada, negando con la cabeza.
Dejó los papeles en la mesa de escritorio y se puso derecho en su silla, soltando un suspiro pesado.
— Todavía no. Pero hay tres sospechosos. Su hermana, su compañero de trabajo y el señor Smith, es decir, el vecino. —
Apoye los brazos sobre la mesa, mientras me inclinaba un poco.
— ¿Qué hay de su pareja? ¿Alguna novedad? —
— Se dió a la fuga. Lo están buscando por todos los Estados. —
— Supongo que la Frontera está restringida.. ¿Verdad? —
Asintió con la cabeza y desvió la mirada a la carpeta.
Luego de un momento en silencio, sentí la mirada de Matteo sobre mí.
— ¿Sucede algo? —
Pregunté, alzando una ceja.
— Ahora que me doy cuenta.. ¿No deberías estar en la Universidad? —
Se recargó en su silla.
— Bien dicho, debería.. Pero hubo un pequeño acontecimiento. —
Alzó una ceja y suspiró.
— Déjame adivinar.. ¿Otra amenaza de bomba..? —
— Por tercera vez en el mismo mes.. se podría decir.. —
Apoyé mi espalda en la silla. Matteo solamente se rió, mientras se encogía de hombros.
— Que suerte tienes, hermanita.. —
Hice una mueca.
— Gracias, gracias.. —
Rodé los ojos y los cerré durante unos minutos.
Estuvimos un buen rato en silencio, aproximadamente unos.. 15 minutos. La voz de Matteo hizo que lo mirara.
— Acompáñame.. voy a necesitar de tu ayuda.. —
Se levantó. Hice lo mismo y agarré mi mochila para seguirlo por el pasillo.
— ¿A dónde vamos? —
— Ya lo verás.. —
ESTÁS LEYENDO
Entre sombras y Corazones || Libro 1||
ПриключенияLas vidas de estos personajes se entrelazarán en una danza cautivadora, donde el romance florecerá en medio del drama y la acción desenfrenada. Blair, una joven de 18 años, se convierte en el epicentro de un encuentro inesperado que cambiará el curs...