Capítulo 15

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-Nueva York.- 03:30 a.m.-

-Eros.

Estábamos en el hotel. Apenas eran las tres y media de la madrugada. Blair se dejó caer en una de las sillas. Se podía ver qué estaba muerta de sueño. Kaiser y Azael apenas y se les notaba el sueño. Era costumbre que nosotros tres no padecíamos de insomnio.. Pero para Blair.. supongo que no está acostumbrada. Apenas y se podía mantener en pie hasta hace poco. Siento que es el tipo de chica que es muy responsable y perfeccionista en cualquier cosa que haga. Su cara angelical, es como la de una niña.
Sin embargo, puedo sentir, presentir que carga con un vacío y dolor dentro de ella. No sé qué sucedió en su pasado, ni en su infancia. Pero, tengo el presentimiento de que debo cuidarla, protegerla.

— ¿Se quedó dormida? —

Señaló Azael.

— Al parecer, sí. —

Kaiser permaneció sentado en una de las sillas.

Suspiré y me acerqué con cuidado de no despertarla.
Moví unos mechones de su pelo detrás de su oreja. Parecía una niña pequeña durmiendo serenamente. La cargué en mis brazos y caminé con ella hasta la cama. La dejé sobre el colchón y le puse la manta.

— ¿Desde cuándo se conocen ustedes dos? —

Preguntó Azael.

— Mmh.. apenas llevamos creo que tres días.. —

— ¿¡Tres días!? —

Fruncí el entrecejo cuando Kaiser gritó.

— Lo siento, lo siento, ¿De verdad? No parece que se hayan conocido hace tres días.. —

— Lo mismo pensaba yo cuando los ví hace poco hablando fuera del auto. —

Rodé los ojos y desvié la mirada a Blair. Sus mejillas estaban rosadas, y su respiración era calmada.
Sin embargo, había algo que me ponía los pelos de punta.

— ¿Será verdad lo qué le dijo Wilson a Blair..? —

Pregunté sin pensarlo.

Un silencio se apoderó de la habitación durante unos pocos minutos.

— ¿Por eso Erik y Madison junto con los demás empezaron a disparar? Porque sabían que ella estaba con nosotros? —

Abrí los ojos de par en par. Tiene sentido.

— Wilson tiene razón. Y si es verdad lo que dijiste, Azael, ella es un blanco facil. Y nosotros estamos en eso. —

— Nosotros estamos acostumbrados a que nos pasen cosas muy fuertes y peligrosas. Sin embargo, ella no.. —

Mientras los escuchaba, la miraba. Sinceramente, los tres tienen razón. Teníamos que hacer algo para protegerla.

— ¿Qué se supone qué vamos a hacer? No podemos dejar que le pase nada.. —

— No. Nosotros vamos a ayudarla a que esté a salvo. —

— ¿Cómo vamos a hacer eso? —

— Déjenmelo a mí... Tengo una manera de hacerlo. —

Entre sombras y Corazones || Libro 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora