-Nueva York.- 03:30 a.m.-
-Eros.
Estábamos en el hotel. Apenas eran las tres y media de la madrugada. Blair se dejó caer en una de las sillas. Se podía ver qué estaba muerta de sueño. Kaiser y Azael apenas y se les notaba el sueño. Era costumbre que nosotros tres no padecíamos de insomnio.. Pero para Blair.. supongo que no está acostumbrada. Apenas y se podía mantener en pie hasta hace poco. Siento que es el tipo de chica que es muy responsable y perfeccionista en cualquier cosa que haga. Su cara angelical, es como la de una niña.
Sin embargo, puedo sentir, presentir que carga con un vacío y dolor dentro de ella. No sé qué sucedió en su pasado, ni en su infancia. Pero, tengo el presentimiento de que debo cuidarla, protegerla.— ¿Se quedó dormida? —
Señaló Azael.
— Al parecer, sí. —
Kaiser permaneció sentado en una de las sillas.
Suspiré y me acerqué con cuidado de no despertarla.
Moví unos mechones de su pelo detrás de su oreja. Parecía una niña pequeña durmiendo serenamente. La cargué en mis brazos y caminé con ella hasta la cama. La dejé sobre el colchón y le puse la manta.— ¿Desde cuándo se conocen ustedes dos? —
Preguntó Azael.
— Mmh.. apenas llevamos creo que tres días.. —
— ¿¡Tres días!? —
Fruncí el entrecejo cuando Kaiser gritó.
— Lo siento, lo siento, ¿De verdad? No parece que se hayan conocido hace tres días.. —
— Lo mismo pensaba yo cuando los ví hace poco hablando fuera del auto. —
Rodé los ojos y desvié la mirada a Blair. Sus mejillas estaban rosadas, y su respiración era calmada.
Sin embargo, había algo que me ponía los pelos de punta.— ¿Será verdad lo qué le dijo Wilson a Blair..? —
Pregunté sin pensarlo.
Un silencio se apoderó de la habitación durante unos pocos minutos.
— ¿Por eso Erik y Madison junto con los demás empezaron a disparar? Porque sabían que ella estaba con nosotros? —
Abrí los ojos de par en par. Tiene sentido.
— Wilson tiene razón. Y si es verdad lo que dijiste, Azael, ella es un blanco facil. Y nosotros estamos en eso. —
— Nosotros estamos acostumbrados a que nos pasen cosas muy fuertes y peligrosas. Sin embargo, ella no.. —
Mientras los escuchaba, la miraba. Sinceramente, los tres tienen razón. Teníamos que hacer algo para protegerla.
— ¿Qué se supone qué vamos a hacer? No podemos dejar que le pase nada.. —
— No. Nosotros vamos a ayudarla a que esté a salvo. —
— ¿Cómo vamos a hacer eso? —
— Déjenmelo a mí... Tengo una manera de hacerlo. —
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Entre sombras y Corazones || Libro 1||
PertualanganLas vidas de estos personajes se entrelazarán en una danza cautivadora, donde el romance florecerá en medio del drama y la acción desenfrenada. Blair, una joven de 18 años, se convierte en el epicentro de un encuentro inesperado que cambiará el curs...