Entre sombras y Corazones || Libro 1||

Capítulo 34

No podía soportar la idea de que Matteo estuviera ocultándome algo importante. Podía sentir como la frustración ardía cada vez más con cada latido que hacía mi corazón. Y esa chispa de rabia que sentía en ese momento me impulsó a encarar a mi hermano después de un mes.
He buscando información sobre esa mujer. Aparece en las redes sociales, en todos lados.

─ ¿Qué sabes de Madison? ─

Pregunté, alzando la voz más de lo que pretendía hacerlo.

─ ¿Por qué no me dices la verdad? ─

Él se quedó quieto, como si las palabras se le hubiesen quedado atoradas en la garganta. El silencio que llenaba la habitación era abrumador, y con cada segundo que pasaba aumentaba mi ansiedad y los débiles latidos de mi corazón. El aire se volvía cada vez más pesado, más denso, como si cada respiración fuera un esfuerzo monumental.

─ Blair, por favor. Solo intenta olvidar el tema. Ya lo hemos hablando muchas veces. ─

La voz de Matteo era suave, pero había un tono de desesperación que no me gustó para nada.

─ No puedo olvidar lo que no entiendo. No puedo, tampoco quiero seguir atrapada en este laberinto de recuerdos incompletos, sin salida.  Necesito saber quien es esa mujer, y saber porque su nombre lo tengo grabado en mi mente constantemente. ─

Matteo soltó un suspiro. Pude ver en sus ojos el conflicto que estaba teniendo en ellos.  Era como si estuviera debatiendo internamente si debía hablar y decir la verdad, o si debía seguir protegiéndome de algo que creía que no podría llegar a manejar.

─ Hay cosas que no debes saber, Blair. Cosas que preferiría que nunca recordaras.. ─

El rechazo a mi curiosidad se sentía como un golpe en el estómago. ¿Qué podría ser tan terrible que el pensara que no podría manejarlo? ¿Será qué también sabe lo que me pasó cuando era una niña? ¿Acaso mis hermanos saben quién era aquel hombre?

Volví a mirar al suelo, sintiéndome atrapada entre la necesidad de saber y el deseo de ignorar el dolor que llevaba dentro. Tal parece que duele más las mentiras de tu propia familia, de los únicos familiares vivos, al que las mentiras de los doctores cuando te van a vacunar, diciendo la típica frase "Tranquilo que no te va a doler".

─ Bien. Entonces lo haré por mi propia cuenta. ─

El rostro de Matteo se oscureció de forma veloz. Se acercó a mí a grandes zancadas y me tomó por los brazos, apretándolos.

─ No hagas eso, Blair. No es seguro para ti. ─

─ ¿No es seguro? ─

Repetí, dejando salir una risa seca ante sus palabras e intenciones de querer protegerme.

─ ¿Qué es lo que realmente sabes sobre Madison? ¿Qué me estás ocultando? ─

Matteo me miró, y por un instante, pude ver que esa máscara de confianza que había en él se rompió. Pude notar esa angustia en su rostro, y supe que había algo más en juego.

─ Por favor. Solo confía en mí. ─

Su voz era casi suplicante. Negué con la cabeza y me alejé de Matteo, dando un par de pasos hacia atrás.

─ No puedo.. Necesito respuestas. Y si no me las quieres dar, las buscaré yo misma, Matteo. ─