Baby One More Time de Britney Spears era, sin duda alguna, el tipo de canción perfecta que a Sergio le encantaba colocar de fondo mientras se preparaba para salir a alguna fiesta. Tal como aquella noche.
La música se escuchaba lo suficientemente fuerte para que atravesara cada una de aquellas viejas paredes, cuya humedad era camuflada por posters de bandas o películas que Sergio amaba. Su habitación era muy pequeña, pero aún así él encontraba espacio para moverse al ritmo de aquella canción sin lastimarse con algún mueble en el intento.
Mientras bailaba al ritmo de la canción frente a un espejo de cuerpo completo, se iba vistiendo con las prendas que había seleccionado instantes antes de ducharse.
—My loneliness is killing me —cantó a la par de la canción, sin detener los movimientos que su cuerpo hacía ante la completa dominación de la música, al mismo tiempo que terminaba de abrocharse la camisa blanca cuya tela se transparentaba—. I must confess, I still believe...
—I still in believe —su acompañante hizo el coro poniendo su voz exageradamente aguda, lo que causó una singular risa en Sergio.
Charles, quien se encontraba acostado boca arriba sobre la cama del rizado, también se río para luego inclinarse con el fin de pasarle a su mejor amigo el porro que entre su dedo pulgar e índice se situaba.
—Give me a sign —continuó cantando el rizado con verdadera pasión, mientras estira su brazo con delicadeza y de este modo adueñarse por un efímero instante del porro—. Hit me baby one more time.
El característico olor a marihuana se extendía en el espacio, abriéndose paso en el ambiente, sin dejar disimular el acto ilegal que aquellos adolescentes se encontraban ejecutando. Camuflando las feromonas que ambos omegas desprendían.
Sergio le dio una pitada, mirándose en el espejo, admirando cada parte de su provocativo cuerpo. En sus dedos resaltaba aquel bonito color verde pastel. Oh, cuánto amaba aquel jodido color. Expulsó el humo restante de su boca hacia el espejo, dándole una nueva calada al cigarrillo de marihuana, y sin más se lo devolvió a su dueño, quien lo recibió gustoso.
—¿Qué dirá tu daddy cuando se entere de que estuviste drogándote? —preguntó Sergio derramando cierta diversión con su tono de voz, entretanto se arreglaba los rizos frente al espejo—. ¿No te lo había prohibido?
El chico rió con gracia y el humo huyó entre sus labios.
—Oh, Sergio, tú no entiendes. Lo hago a propósito, así me castigará —expresó el aludido con serenidad, manteniendo una grata sonrisa en su semblante y procedió a trasladar nuevamente el cigarro a sus labios—. Tengo planeado llamarlo en la madrugada, todo ebrio y drogado, así se enoja y va a buscarme a la fiesta para reprenderme. Oh, sí —gimió con exageración arqueando su espalda sobre la cama, para luego echarse a reír.
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Sublime Dominación || Adaptación
FanfictionCheco, un delicado omega amante de las noches de descontrol, tendrá que renunciar a todo cuando Max Verstappen, un dominante alfa italiano lo reclama como suyo en una fiesta que marcaría el inicio de un ardiente infierno para ambos. Esta es una adap...