Drabble.
“Peter losing Wendy”Relaciones: River&Eugene.
Personajes: River, Eugene, Boss.
Otros: Post Trabajador de la Oficina del Inframundo, pre CiU. Spoilers del capítulo 5 de Ciu. Angst. Masc! Eugene. Título sacado de "Cardigan" de Taylor Swift, hay otra letra suya en el oneshot..
River no iba a crecer. No había llegado a términos con esa verdad, pero siempre tenía presente la idea de que su piel jamás tendría nuevas arrugas ni sería capaz de comparar su rostro con el de su anciana madre en fotografías. Ya ni siquiera tenía un rostro que comparar con cualquier cosa, sus maldades le habían arrebatado ese rasgo también.
Honestamente, no era malo si no pensaba mucho en eso. Los únicos cambios físicos en los fantasmas eran rasgos de peleas y maldades, bondades en el mejor de los casos. El tiempo podía pasar a su alrededor, pero no sobre ellos, y eso era una bendición. No soportaría saber que envejeció lejos de todos los que conocía.
Pero, claro, llegó un momento en que habría deseado poder envejecer al lado de alguien.
Ese alguien se llamaba Eugene, el niño malnutrido y con mínima capacidad de comunicación que había aparecido un día en la Oficina, asustado de perder la vida y con una deuda con Boss. Él, nada más y nada menos que el hombre que le tenía atrapada en la oficina, atrapando también a un mortal como un gato jugando con un ratón.
Pero, a diferencia suya, Eugene si mejoró con la influencia del monstruo incapaz de perder la cordura. En el pequeño tiempo que pasó como interno de la Oficina, River fue capaz de ver un cambio, algo anormal entre gente muerta.
Eugene no estaba muerto. A veces se olvidaba de ese pequeño detalle que se hacía más obvio conforme pasaba el tiempo.
Su cabello crecía y bolsas aparecían y desaparecían debajo de sus ojos. Sus piernas se alargaron, su voz se agravó, todo en él cambió. Y dolía, dolía ver cómo ese niño crecía solo en un mundo de gente incapaz de crecer con él.
De pronto, ya no era un niño, sino un adulto discutiendo con otros adultos para reabrir la Underworld Station, algo que ella siempre vió como un imposible. No estaba segura de si la imposibilidad era la reapertura o si era que Eugene (pequeño y malnutrido) se había vuelto en un adulto capaz de hacer cosas sin temor de las consecuencias, sin pedirle que lo acompañara en caso de que algo malo pasara.
De hecho, desde un tiempo antes había notado ese distanciamiento. Ya no acudía a ella cuando necesitaba consejo ni pedía ayuda con cosas tan triviales como su estética o peinado (que significaban el mundo para ella, que le daban un propósito más allá de existir para limpiar maldades), ni necesitaba apoyo en las patrullas o en los estudios. De pronto, su mirada brillante estaba cubierta por una sombra que ella conocía bien.
Era como Peter Pan viendo a Wendy crecer y volverse todo lo que él había odiado. Un adulto, un hombre codeandose con hombres, aprovechando su lugar en el mundo. De pronto (y probablemente sin darse cuenta), el novato se había vuelto en un reflejo casi exacto de Boss.
Y ella lo había permitido.
¿Qué si, cuando aún era pequeño, le hubiera contado por qué estaba en la oficina? ¿Se habría asustado y habría dejado ese terrible lugar? ¿Habría intentado defender a Boss, habría peleado con la realidad de que él hacía lo mejor y ella era incapaz de agradecerlo? Porque, hasta donde ella sabía, Boss hacia lo correcto. La había devuelto a la cordura y la ayudaba a limpiar sus males.
Y aún así, lo odiaba en un sentido tan profundo y deseaba tanto alejarse, limpiar sus penas en otro lado, abandonar ese cruel lugar del que era prisionera.
Pero Eugene estaba ahí, siendo un rayo de sol creciente.
Si pedía su ayuda, ¿La recibiría? ¿Rompería la confianza de Boss y le daría su recordatorio? ¿Podría irse? Pero entonces debería huir, porque el karma la persigue y porque no soportaría estar un minuto más ahí. Y no vería la piel de Eugene envejecer y caer, formar arrugas y parecerse a sus padres, como ella jamás podría hacer. Y, si no podía crecer y aprender con él, quería verlo crecer y aprender a él.
Si hubo una oportunidad de recibir ayuda de su novato, la desperdició en pro de mostrarle lo bello que podía ser el mundo. Porque para él, el niño que podía volverse un adulto en Nunca Jamás, el mundo era bello.
Y mientras más bello fuera, más lejos estaría de River.
(...)
Feliz cumpleaños atrasado a River, felices eternos 29, cariño.
Bienvenidos a otro capítulo de "Tau es incapaz de escribir one shots felices". Cuando no estoy metiendo gente a cultos, estoy pensando en la mortalidad desde el punto de vista de un muerto.
Espero les haya gustado. En unos días subiré la adaptación al inglés (y es "adaptación" porque probablemente agregue detalles).
Los quiero, Bai.
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𝑪𝒉𝒂𝒓𝒍𝒊𝒆 𝑰𝒏 𝑼𝒏𝒅𝒆𝒓𝒘𝒐𝒓𝒍𝒅 𝒁𝒐𝒏𝒆.
Fanfiction☆༄ Veamos: Has jugado Underworld Office, Charlie In Underworld y (espero) has leído mi libro al respecto y, puesto que doscientas partes y los fanfics recomendados no son suficientes para ti, buscas más. Bueno, estás en el lugar adecuado. Guías, dat...