Yoriichi no podía creer lo que acababa de escuchar, tú y su hermano se habían reconciliado y no había pasado ni una semana, esto decía ya que él siempre que tenía alguna discusión él era el que se tenía que disculpar primero, y eso muy a suerte Michikatsu lo perdonaba.
— ¿Usted había visto al jefe disculparse primero? Porque yo no. — Habló un hombre, un trabajador al lado de él quien también veía con confusión a ti y al nombrado despidiéndose al parecer.
— No, nunca, él jamás se disculpa primero, esto es muy extraño. —El pelirrojo mencionó, poniendo uno de sus dedos en su barbilla sin despegar la vista de ti. — Kioko lo trae mal... ¿pero eso porque...? —
Se preguntó a sí mismo, antes de notar como ustedes dos se separaron y su hermano se fue por otro lado con una leve sonrisa, ante esto se quedó confundido, ¿acaso te había dejado irte en plena lluvia? Entendía que ya se había calmado pero aún así.
Mientras tanto contigo, ibas a abrir la puerta para irte hasta que escuchaste que Yoriichi te llamo.
— Kioko. — Lo volteaste a ver, notando que tenía un paraguas. — Toma, quizás la lluvia ya se calmó, pero aún así no permitiré que te mojes hasta llegar a tu casa, así que, por favor acéptalo. —
Pidió, con una expresión algo suplicante, tú te quedaste algo sorprendida ante esta acción de parte suya pero finalmente aceptaste.
— Gracias, enserio, muchas gracias, Yoriichi... — Le agradeciste, este te devolvió la sonrisa para después verte darte la vuelta y salir de ahí.
Ya una vez fuera abriste el paraguas y empezaste tu camino.
[••••]
Abriste la puerta de tu casa con cuidado y sigilo al entrar, habías caminando unos 25 minutos hasta que llegaste, estaban las luces prendidas, pensaste que quizás estaba tu madre o como la mayoría de veces se había olvidado de apagarlas al salir tan apresurada.
Caminaste hacia la cocina quitándote los zapatos y dejando tu saco en un sofá, abriste el refrigerador viendo que había de comida, si, acababas de desayunar pero tenías hambre de nuevo, esos onigiris no te habían llenado ni la mitad de tu estómago al no haber cenado el día anterior.
Tu mirada se entristeció al ver que no había absolutamente nada, apenas una cuanta fruta o comida a medio comer, soltaste un suspiro antes de cerrarla.
— Ese refri estuviera lleno de comida si tan solo me hubieras obedecido y no te pelearas con Michikatsu. — Escuchaste la voz de tu madre, eso fue tan repentino que no pudiste evitar dar un salto hacia atrás del susto y voltear a este a la vez.
Te diste cuenta que estaba sentada en un sofá, literalmente en un sofá cerca de la entrada, ¿como no te habías dado cuenta antes?
Te quedaste callada, la mayor te miro aún con algo de decepción, bueno....ahora tocaba decirle que te habías reconciliado con el solo con la condición de que te aumentara el salario, aunque más bien aceptaste por obligación.
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Máquina de dinero | Michikatsu Yandere
FanfictionDebido a tus problemas económicos, siempre has buscado un trabajo muy buen pagado para ayudarte a ti y a tu familia, cuando te contratan en el negocio con más riquezas y más lujoso de todo Japón, y además comienzas una relación amorosa con el jefe d...