Debido a tus problemas económicos, siempre has buscado un trabajo muy buen pagado para ayudarte a ti y a tu familia, cuando te contratan en el negocio con más riquezas y más lujoso de todo Japón, y además comienzas una relación amorosa con el jefe d...
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— Disculpa, ¿está Kioko aqui? —ahí fue que Michikatsu escuchó una voz conocida...
Se sacó el cigarrillo de la boca, para después soltar algo de humo por esta y voltear hacia un lado suyo, encontrándose con el mismo chico que antes te había coqueteado y que con el cual no sospechaba nada bonito de él.
No le respondió, solo dio otra bocanada al cigarro antes de acercarse a él.
— ¿Que si MI novia está aquí? Si. —finalmente respondió, y la palabra "MI" la comentó con un tono más fuerte, y soltando humo a la vez haciendo que el chico retrocediera tosiendo por aquel humo que chocó contra su cara. — Ahí anda, en en local guardando sus cosas para irse.
Michikatsu creía que con eso ya se iba a ir, aunque se sorprendió mucho cuando el chico en vez de darse la vuelta y devolverse a su mierda de auto le agradeció, comenzando a caminar hacia el local.
No pudo cruzar ni un centímetro de la puerta cuando el pelinegro puso su brazo frente a él, evitándole la pasada.
— Okey, creo que no fui muy claro... —se devolvió el cigarrillo a la boca, dando la tercera bocanada y sacándolo. — Ella ya no está trabajando, está guardando sus cosas para irse.
— A-Ah..¿enserio?
— Te lo dije la primera vez. —soltó algo de humo, aquel joven se tapó la nariz con incomodidad algo que por supuesto el mayor noto pero le restó importancia. — ¿Vienes por un pedido o algo así?
— .......¿Quien dijiste que eras?
— Michikatsu, su novio. —se volvió a presentar.
— A-Ah, Estem..¿sabes? Ahora que lo recuerdo....venía por un pedido pero recordé que ya lo había recogido, jaja...que distraído soy. –se rascó la nuca, mientras tanto la mirada del mayor sobre él era bastante seria, lo suficiente para que este se apresurara en darse la vuelta y salir corriendo
Justo en eso, tú saliste del local, encontrándote con el.
— ¡Michikatsu! —lo llamaste, él te volteo a ver, te acercaste a él para abrazarlo, aunque un olor llegó a tu nariz. — Ejem...vuele a cigarro...ah, ya se por que.
Mencionaste cuando viste el cigarrillo en sus manos.
— ¿Tu jamás has fumado? — negaste ante esa pregunta.
— Quiero conservar mis pulmones.
— Si, bueno...yo he escuchado que las personas que fuman mueren a los 50, así que todavía tengo tiempo. —se encogió leve de hombros antes de pasar su brazo por tu cuello, acercarte a él y llevarte lejos de ahí. — Ahora camina, que todavía te tengo que ir a dejar a tu casa.
