Debido a tus problemas económicos, siempre has buscado un trabajo muy buen pagado para ayudarte a ti y a tu familia, cuando te contratan en el negocio con más riquezas y más lujoso de todo Japón, y además comienzas una relación amorosa con el jefe d...
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Cuando vi que abrieron las puertas, sonreí y empecé a caminar.
No había indicios de que su novio estuviera ahí, genial, no podía pedir más.
¿Que podía decir? Espero que esta vez Kioko no se haga la difícil, estoy seguro que mis otros encuentros con ella se ha comportado así solo por que ese Mich...como sea que se llamara su pareja estaba cerca, así que esta vez le haré el favor y ya, aquí me ven más temprano.
Había más gente esperando, no solo yo, entre en cuanto abrieron las puertas y había casi todo vacío, los trabajadores empezaban a acomodar las cosas.
Pero yo no quería comprar, esta tienda casi no me gusta, no entiendo como es tan famosa, la están sobrevalorando mucho.
—¿No ha llegado todavía? –escuche tu voz, entonces me detuve en seco y voltee, viéndote con un pelirrojo, el hermano de tu pareja.
— No, dice que se detuvo a una tienda y que va a tardar en llegar.
— Disculpe. —me acerqué a ustedes, los dos me voltearon a ver pero el que más se sorprendió sin duda fuiste tú.
— Que necesitas, todavía algunas zonas de la tienda no están listas para los clientes.
— ¿Alguien de aquí atiende la zona de los zapatos? —apunte a dicho pasillo, y entonces pude notar que Kioko suspiró.
— Si, yo lo hago, pero ahorita estoy en mis minutos de descanso así que... —te encogiste de hombros
— De hecho, yo había venido otro día y tú me habías dicho que la semana que entra, es decir hoy, ibas a atenderme. —empecé a jugar con mis dedos de manera nerviosa. — No es que quiera interrumpir pero tú ya me habías fijo y vengo desde muy lejos como para que me digas.
— Si, ya entendí... –mencionaste con tono suave, escondiste tus manos en tus bolsillos y miraste a Yoriichi. — Tengo que atenderlo...
— Si, no te preocupes. —se dio media vuelta y se fue.
Tu sonrisa desapareció y fue intercambiada por una de seriedad, yo solo me quede ahí, esperando cualquier señal tuya de que ya me ayudarías pero eso no llego.
— Creí haberte dicho que no quería que te volvieras a acercar en mi cuando estoy en el trabajo.
— Siempre que no estás en tu trabajo estás con tu novio, ¿que tienen de diferencia? En las dos no puedo hablarte.
