¹𝐃𝐄𝐌𝐈𝐆𝐎𝐃𝐒 ━━━━━𝒂 𝒑𝒋𝒐 𝒇𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄.

❛𝐏𝐑𝐄𝐅𝐀𝐂𝐄࿚࿙࿚࿙⋆⋅⋄⋆⋅⋄

𝑳𝒐𝒐𝒌, 𝒊 𝒅𝒊𝒅𝒏'𝒕 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒕𝒐 𝒃𝒆 𝒂 𝒉𝒂𝒍𝒇-𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅...

...𝒕𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝑰 𝒔𝒉𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒔𝒂𝒚, 𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕?

  Soy consciente que ser mestizo asusta y la mayoría de veces solo sirve para que nos maten como animales en una cacería.
  Pero, es lo único que conozco. El mundo de los dioses, ser una semidiosa.

  Nunca me molestó tanto realmente, era increíble poder usar espadas letales cuando solo tenia unos siete años, hacer misiones contra monstruos mitológicos, leer griego antiguo como si fuera español o inglés y hablar con los Dioses que tanto admiré durante toda mi vida.

  Sin embargo... luego de unos años de ver como mis compañeros de cabaña cambiaban a una nueva tras ser reclamados, incluso algunos que vinieron después de mi me hizo sentir... mal, como si no fuera suficiente para mi madre.

  Sabía que era una Diosa porque la dríade que me cuidaba de pequeña me contó sobre mi padre: Aquiles Ruiz Diaz D'Amour, profesor de filosofía, especializado en la civilización griega (convenientemente), era más especial de lo que sonaba, ademas de tener sangre de dioses se supone que tenía legado de brujas lo que lo hacía increíble. Probablemente eso hizo que me obsesionara con los juicios de Salem y la brujería. Era como un intento para saber más de mi origen, para saber de donde mierda había salido.

  El ruido de Michael llamándome me sacó de mis pensamientos, haciéndome levantar de mi cama.

—¿Qué pasa, Mike?

—Estuve llamándote como por veinticinco minutos—se quejó.

—No seas llorón, Yew.

—No soy llorón, ¿sabes lo cansador que es estar gritando?—preguntó—. ¿O lo terrorífico que es que Luke me mire como si quisiera clavarme a Blackbitter?

  Reí, burlándome de el.

—Bueno, Michael. Como sea, ¿para qué me llamaste?

—Bueno, realmente no te llamé yo—dijo, haciendo que ladee la cabeza confundida—. Quirón y el Señor D me mandaron.

—Oh, ya veo—dije rápidamente—. No vemos después, Michael—dije dejando un beso en su mejilla a forma de despedida y corriendo hacia la casa grande.

[ • • • ]

  Pensé seriamente en qué exactamente había hecho esta vez. No hice ningún muñeco vudú, no golpee a Knight, me mantuve alejada de las plantitas de Baker... Entonces, ¿qué hice?

—Oh, Madeleine. Suerte que llegaste—dijo Quirón al verme entrar.

—Juro que no hice ningún muñeco vudú esta semana y si algo le paso a Knight no es mi culpa, pudo haber sido Clarisse o Katrine o los gemelos Stoll—me excuse rápidamente.

—No hiciste nada malo, Madelia. Al menos no hoy—dijo el Señor Dio para luego tomar un sorbo de su coca-cola light.

  Ignoré el hecho de que me había llamado por otro nombre.

—Tenemos una misión para ti.

—¿Misión?—pregunté emocionada—. ¿Qué haré esta vez? ¿Un recado de Hera, tal vez? ¡Oh, oh! ¿Uno de Hefesto? ¿O es uno de Apolo? No por favor...—murmuré soltando un gemido de dolor.

  Lo que paso la última vez que Apolo me encomendó una misión me dejó en la enfermería una semana.

—Oye, oye. Deja de ser tan escandalosa—se quejó Dionisio.

—Perdón.

—Es una misión simple, en realidad—intervino Quirón—. Iremos junto con Grover a reclutar a un mestizo.

—¿Iremos? ¿Tú también?—pregunté confundida.

—Si. Pensamos que este mestizo es más... problemático que los demás...

—¿Podría ser un legado como Bianca y yo?—pregunté.

—Eh... tal vez, tal vez—murmuró el centauro.

—Esta genial entonces, supongo...

  Me gustaba la idea pero estaba confundida. Hice muchas misiones pero casi nunca hacía mucho contacto con el mundo normal, al menos no el necesario en una misión de reclutamiento, por eso nunca hice una.

—¿Y se puede saber el nombre de este semidios? ¿O es una semidiosa?

—No, no. Es un semidios—aclaró Quirón.

—Ah...

  Tenía sentido las últimas dos en llegar habían sido mujeres.

—Su nombre es Percy Jackson.