¹𝐃𝐄𝐌𝐈𝐆𝐎𝐃𝐒 ━━━━━𝒂 𝒑𝒋𝒐 𝒇𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄.

𝑙𝑒𝑡𝑡𝑒𝑟𝑠: 𝑝𝑎𝑟𝑡 𝑡𝑤𝑜.

𝗻𝗼𝘁𝗮: esto no es una “carta” como tal, es más un escrito corto que no sabía como meter pero me parecía impirtante así que no quería simplemente desecharlo. Gracias.

𝗮𝗱: percy celoso y tal vez un poco ooc (?

  ¿Había alguna manera de volver a convertir a Thalia en un pino?  No es que me arrepienta de haber salvado su árbol ni nada... pero ¿era realmente necesario? Porque, sinceramente, desde que regresó ha estado monopolizando a Madeleine, y eso me estaba volviendo loco. Y sé que la idea de convertirla de nuevo suena muy cruel... Pero ahora no sonaba tan mal.

  Cada vez que intentaba hablar con Mads sobre el beso (o los besos), para aclarar lo que fuera que estaba pasando entre nosotros, ¡aparecía Thalia con su cara de pino y se la llevaba! Estaban juntas todo el tiempo. Todo. El. Tiempo. Mi Mads, pasando todo el maldito día con la hija de Zeus.

  Entrenaban juntas, comían juntas (y eso que ni siquiera estaban en la misma cabaña), y hasta se encargaban de tareas del campamento... juntas. ¡Madeleine incluso dejó que Thalia le pintara las uñas! ¡De azul eléctrico, ni más ni menos! ¿Sabes de qué color son los ojos de Thalia? Azul eléctrico. Literalmente se sentía como si esa punk estuviera marcando territorio de alguna manera y todo esto era una forma más de dejarme claro que, ahora que Thalia había vuelto, ya no había tiempo para mí en la vida de Mads.

  Y no me hagas hablar de la pijamada. Grover me lo contó.

—Tuvieron una pijamada en la cabaña de Zeus —dijo casualmente.

—¡¿Qué?!

—Shh, amigo, no grites —Grover se cubrió las orejas.

—Lo siento, es solo que... ¿En serio? ¿No está prohibido?

—Eh... Sí, pero el señor D dijo que estaba bien porque solo eran dos chicas.

  “Solo dos chicas.” Como si eso no fuera ya suficiente para que mi rabia se disparara. ¿Por qué Thalia se estaba llevando a Mads todo el tiempo? Madeleine parecía más que feliz de ser su... perrito. ¿Y una pijamada en la cabaña de Zeus? ¿Qué demonios podían haber hecho ahí?

—Percy, tranquilo —Grover me lanzó una mirada de advertencia—. Annabeth estaba con ellas. No sé por qué piensas tan mal de Thalia.

  Genial, Annabeth también estaba ahí. Porque claro, nadie más en el campamento parecía darse cuenta de lo que estaba pasando, de cómo Thalia se la pasaba sacándome a Madeleine de las manos con esa sonrisa burlona en su cara. Siempre me dejaba con la sensación de que había ganado algo, y yo... me sentía como un idiota.

  Quisiera que volviera a ser un pino.