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Mira, yo no quería ser un mestizo...
...Eso es lo que debería decir, ¿verdad?
Lastimosamente, ese no es mi caso.
No puedo huír de lo único que conocí durante toda mi vida, ni siquiera porque a veces me abruma.
Adoro a todo...
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━━━━━━━𝘯𝘪𝘤𝘰 𝘥𝘪 𝘢𝘯𝘨𝘦𝘭𝘰'𝘴 𝘱𝘰𝘷.
Mientras Amorette estaba fuera decidí salir y hacer algo, con algo me refiero a que antes de respirar los gemelos Stoll ya me habían atrapado para que hiciera travesuras con ellos, aunque más bien se dedicaron a enseñarme a jugar póker. El ambiente en la cabaña estaba cargado de risas y comentarios agudos, con Connor sacando una victoria tras otra mientras yo trataba de descifrar si eran realmente buenos en el juego o si estaba cayendo en una trampa.
—Bueno, ahora estamos seis a dos —Connor dijo con una sonrisa de satisfacción.
Fruncí el ceño y me crucé de brazos.
—Hiciste trampa, como en las seis anteriores —repliqué, aunque en el fondo sabía que, a pesar de mis quejas, me estaba divirtiendo más de lo que había esperado. Era difícil no disfrutar el momento cuando se estaba rodeado de la energía desenfrenada de los hijos de Hermes. Pero incluso con el ambiente relajado, algo en mi mente me desconcertaba. Al pensar en lo que podría haber dicho sobre el juego, mi memoria flaqueó.
¿Qué iba a decir? El pensamiento se desvaneció antes de poder concretarlo, como si algo intentara empujar recuerdos a la superficie pero se quedaran atascados en una nebulosa. Sacudí la cabeza ligeramente. Olvídenlo, me dije a mí mismo. A fin de cuentas, Mitomagia seguía siendo mejor.
Connor soltó una pequeña risa mientras recogía las cartas.
—No es personal, Di Angelo. Tienes que agradecer que no pierdes nada y estamos jugando por diversión —dijo encogiéndose de hombros.
Lo miré con disgusto, aunque no pude evitar admitir que, por mucho que me quejara, no lo pasaba tan mal con los Stoll. Eran idiotas, sí, pero idiotas entretenidos.
