➛ xxxᴠɪɪɪ.

231 54 86
                                    

𝗱𝗲𝗺𝗶𝗴𝗼𝗱𝘀: 𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙩𝙧𝙚𝙞𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙤𝙘𝙝𝙤

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝗱𝗲𝗺𝗶𝗴𝗼𝗱𝘀: 𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙩𝙧𝙚𝙞𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙤𝙘𝙝𝙤.
¿𝗇𝗈 𝗁𝖾 𝖽𝖺𝖽𝗈 𝗅𝗈 𝗌𝗎𝖿𝗂𝖼𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾?

  Abrí los ojos con pereza, sintiendo el peso del cansancio en mi cuerpo, y parpadeé varias veces, intentando enfocar la vista

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

  Abrí los ojos con pereza, sintiendo el peso del cansancio en mi cuerpo, y parpadeé varias veces, intentando enfocar la vista. ¿En qué momento me había quedado dormida? No tenía ni idea, pero lo que sí sabía era que no esperaba encontrarme en esa situación. Mi respiración se detuvo por un instante cuando me di cuenta de quién estaba a mi lado. Niccolò dormía profundamente, su cuerpo apenas moviéndose con cada respiración. El aire se sintió más denso de repente, y la sangre subió rápidamente a mis mejillas, haciendo que mi rostro se encendiera de rojo.

  Mi pulso se aceleró, el tamborileo de mi corazón resonando en mis oídos. Esto no podía estar pasándome. No después de todo lo que habíamos hablado y confesado.

  Volví mi mirada hacia el techo, tratando de calmarme. ¿Qué debía hacer? ¿Lo despertaba o simplemente esperaba a que se despertara por su cuenta? Me mordí el labio, nerviosa. No quería incomodarlo, pero al mismo tiempo... ¿desde cuándo me sentía tan cómoda como para dormir con alguien además de Luke? Había pasado tanto tiempo desde la última vez que había permitido a alguien estar tan cerca de mí de esta manera. 

  Recuerdos vagos de mi infancia me asaltaron. Solo cuando tenía siete años y las pesadillas me atormentaban me permitía dormir con mi hermano. Siempre estaba ahí para mí, calmándome con su presencia silenciosa, y aunque ahora todo era diferente, no podía evitar sentir una ligera familiaridad en la sensación de tener a alguien tan cerca. Pero esto... era distinto. Nico no era mi hermano, no éramos niños. Y lo que sentía ahora definitivamente era otra cosa diferente.

  Volví a mirarlo, dudando por un momento. Parecía tan tranquilo, tan en paz, algo que rara vez veía en él. Sus cejas no estaban fruncidas como de costumbre, y su expresión, libre de la dureza que normalmente mostraba, casi lo hacía parecer... vulnerable. 

  Mi mente empezó a divagar, perdida en pensamientos sobre todo lo que había cambiado entre nosotros. Era difícil de creer cómo habíamos pasado de simples conocidos a estar en esta situación. La cercanía física me abrumaba, pero no de una manera incómoda. Al contrario, me sentía... segura.
  Seguí mirando su rostro, enfocándome en sus labios, se veían... pomposos y suaves, ¿qué pasaría si pusiera mis labios contra los suyos? Nico era un hijo del Inframundo en toda su regla, ¿sus labios tendrían el sabor dulce de las granadas? Sin darme cuenta de lo que estaba haciendo —aún adormilada—, extendí mi mano hacia el rostro de Nico con cuidado, pero antes de que mis dedos pudieran rozar su mejilla, sentí como me garraban y me ponían contra la cama, el movimiento fue tan rápido que estaba segura que fue una respuesta involuntaria.
  Abrí mis ojos como platos mirando hacia arriba con Nico encima de mi.

¹𝐃𝐄𝐌𝐈𝐆𝐎𝐃𝐒 ━━━━━𝒂 𝒑𝒋𝒐 𝒇𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora