DxD: El Viaje del Jugador hacia la Necromancia (Hiatus)

Capítulo 89: Maldito x Choque

Si bien son significativamente más hábiles, incluso la mayoría de los hechiceros de grado 1 no son tan fuertes como un demonio de alto nivel y bajo nivel. Por tanto es fácil cuidarlos.

Mi sombra burbujeó y creció cientos de veces su tamaño. De allí salieron filas y filas de soldados no-muertos, caballeros de la muerte, arqueros malditos, espectros, magos malditos, etc.

Por lo que recuerdo, no queda nadie en Shibuya del lado de los hechiceros que pueda encargarse de mis escuadrones de no-muertos.

... A menos que Yuji etiquete a Sukuna. Pero un Sukuna de cinco dedos no me asusta.

Eso significa que mis únicos oponentes aquí son el escuadrón maldito. Al abrir los ojos pude ver claramente las firmas de su energía maldita. Ddraig necesitará aproximadamente un minuto para recuperar su resistencia después de aumentar tanto. ¿Mi oponente?

¿Choso? Hábil y poderoso, pero no lo suficiente como para representar una amenaza significativa.

¿Hanami? Molestia molesta más fuerte que la que enfrenté desde que éste descubrió adecuadamente su naturaleza. Pero con él cerca Jogo no puede salir del todo.

¿Juego? Potente, fuerte y ridículamente rápido. Su inmensa potencia de fuego es suficiente para hacerme dudar incluso a mí. Mi mar ardiente es mi hechizo más fuerte.

Ese es el ataque moderadamente fuerte de Jogo.

¿Dagón? El agua no es mi debilidad. Es un tanque como Hanami pero no particularmente rápido. Pero no puedo dejar que me domine. No puedo disputar su dominio y realmente no puedo hacer mucho mientras hago dominio simple.

¿Mahito? Con su reserva de humanos transfigurados, es particularmente molesto. Pero él mismo no es una amenaza siempre y cuando no le dejes llegar al alcance cuerpo a cuerpo.

¿Kenjaku? Sin duda lo más problemático aquí. Él tiene más experiencia que yo y probablemente tenga miles de maldiciones con él, la mayoría de ellas también alcanzan el semigrado 1. Sin mencionar también su ataque de gravedad. Él tendrá que ser el primero al que deba eliminar.

Con ojos resueltos, salté del edificio y me cubrí de pies a cabeza con energía maldita mientras me lanzaba más rápido que el sonido y atravesaba el techo y varios pisos de la estación de tren encontrándome con Kenjaku y el grupo de su amigo cara a cara.

"Es bueno verte, Akira, o debería decir el rey no-muerto." Su sonrisa parecía la de una serpiente. No me gusta. Le envié una mirada furiosa.

"No puedo decir que comparta el sentimiento. *Snap!* Grave Buster!"" Chasqueé los dedos cuando decenas de lanzas negras de la muerte surgieron del suelo hacia ellos, un corredor estrecho es mi terreno natural.

*THWOMP!*

Antes de que las púas lo alcanzaran, una roca gigante como Espíritu Maldito cayó sobre las púas, aplastándolas. Disipó el espíritu poco después de darme su inquietante sonrisa como siempre.

"No nos apresuremos demasiado ahora. ¿Verdad, Jogo?" Cuando dijo eso, mis ojos se abrieron un poco y se voltearon hacia un lado, cuando vi a Jogo con el brazo levantado hacia atrás, ni siquiera me di cuenta de lo rápido que era mientras me concentraba en Kenjaku. Un momento después, un torrente abrasador de llamas furiosas se centró en mí.

Eso me habría causado un daño increíble pero.

Las llamas disminuyeron cuando una figura las arrasó con un movimiento de su espada, su escudo de torre me protegió como una fortaleza.

*Boom!*

"¿¡¡Qué!!?" Jogo se sorprendió y se enfureció cuando Alpha, apenas chamuscado, saltó hacia él con una velocidad que no favorecía su cuerpo y lo aplastó a través de la estación con un movimiento de su espada. Rápidamente persiguiéndolo mientras lo hacía, Alpha podía manejar a Jogo por ahora. Hasta que Ddraig pudiera intervenir al menos.