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Había una niña en mi nueva clase. Era algo así como el vómito de un animal mágico y extravagante. Tenía un suéter de colores y su cabello era amarillo como el sol. Adam me dijo que era rubio, pero me gustaba pensar que era del color del sol.
─Soy Charlie. ─ Había soltado casi como un grito entre emocionado y rápido
─Soy Vaggie...
Me dio una rápida mirada de pies a cabeza, estiró mis mejillas teniendo el atrevimiento de tocarme y puso su lengua entre sus dientes antes de volver a hablar. ─¿Por qué no sonríes? Es más divertido de esa forma.
La vi y pensé que era tonta. O quizá solo muy animada. Sin duda, era alguien interesante.
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