A million little times [ꜰʀᴇᴅᴅʏ ᴛʀᴜᴄᴀᴢᴏ]

2. ¡Por las barbas de Merlín!

Estoy caminando por la calle, camino a comisaría, mi reloj marca las 4:45 a.m. Apenas he dormido esta noche, pero quedarme en la cama no es una opción. Mi turno empieza en quince minutos, así que me aseguro de llegar rápidamente y prepararme para ponerme de servicio.

Cinco minutos antes de la hora, voy a comprar un café a la máquina expendedora. Me lo bebo en tiempo récord y me apresuro para sacar el patrulla y ponerme de servicio. Tomo el mando y subo mi frecuencia a H-50.

Mi patrullaje empieza por la zona rica, ya que aún no ha amanecido y pueden saltar alarmas de robos. Doy vueltas por el lugar y me sobresalto cuando alguien habla por mi frecuencia.

—Aquí Filadelfo Casanova, a la espera de asignación —oigo la voz del alumno por radio.

—¿Quieres venirte conmigo en binomio, Fila? —le pregunto. No he patrullado mucho con él, pero parece buen compañero.

—10-4, me quedo en H-50. ¿Vienes a recogerme?

—Tardo dos minutos —conduzco rápidamente hacia comisaría, y me encuentro a mi compañero en el garaje.

Filadelfo me sonríe y se sube enérgico a mi patrulla.

—Buenos días, Olivia —me saluda mientras se abrocha el cinturón— Nicki Nicole, ¿sí o no?

Intento no reírme y salgo de comisaría.

—Buenos dias, Casanova —salta un aviso de llamada al 911, en el que se informa de un robo de vehículo de alta gama— márcame el último aviso, porfa.

Filadelfo me marca el aviso en el GPS y empiezo a conducir a toda velocidad hacia allá.

—Solicito apoyo de mery para una persecución, ¿agentes disponibles? —pregunto por radio a toda la malla.

—Agente Leonardo disponible, subinspectora.

Pronto, una moto aparece y nos ayuda a perseguir al coche robado. Tras más de media hora en la persecución, aparce un camión que hace un bloqueo, y mi patrulla golpea bruscamente contra él. Salgo del coche y apunto al interior del camión, pero no hay nadie. Noto a Filadelfo cerca cuando echo a correr, pero no hay nadie cerca.

—Agente Leonardo, ¿tiene visual? —interrogo.

—10-5, subinspectora. Estoy dando vueltas pero no hay nadie —me informa.

—De acuerdo, puede volver a su frecuencia y continuar con su 10-33. Buen servicio.

—Buen servicio —me contesta, y le oigo salir de la frecuencia.

Filadelfo y yo terminamos de hacer perímetro e incautamos el camión, para después regresar al patrulla y seguir con el patrullaje. Dadas las doce del mediodía, la ciudad sigue bastante tranquila. Salta alguna alarma de robo de pertenencias u robos menores, y todos los avisos son cubiertos.

Filadelfo se pone en binomio con el subcomisario Noah Holiday, y yo me pongo con Gordon cuando entra en servicio. Antes de reanudar el patrullaje, nos quedamos hablando los cuatro sobre algunos rumores de comisaría.

—Pues eso, van a echar a más gente, porque muchos de los que han entrado son unos inútiles de mucho cuidado —dice Gordon.

—Y no me extraña, la verdad —suspiro— ayer me tocó patrullar con un imbécil.

—Sí, hay muchos de esos por los pasillos de comisaría... Por lo que me ha dicho el inspector García, vamos a empezar a hacer reseñas sobre vuestro trabajo —añade Holiday— Así nos aseguramos de filtrar los agentes que valen la pena y echar a la puta calle a los que no.

La conversación me deja un poco más tranquila, y tras comer algo con James procedemos a hacer 10-33.

—Aquí Conway —oigo la voz del superintendente por radio— Freddy y yo nos quedamos con H-50, voy a reasignar a la malla.