A million little times [ꜰʀᴇᴅᴅʏ ᴛʀᴜᴄᴀᴢᴏ]

14. El cámaras.

Cuando llego a comisaría insisto a Joe para que siga patrullando solo. Le aseguro que no quiere estar cerca cuando el comisario empiece a degradar a gente. No sé si me da más vergüenza que Freddy haya visto lo que ha visto o si me dan más miedo las consecuencias que pueda tener.

Para ser honestos, no entiendo porqué me ha llamado a mí sólo si ha sido él el que me ha besado. No lo veo justo ni razonable.

No te voy a negar que no tengo mucha prisa por llegar al despacho. No sé si estoy preparada para afrontar nada. Me quedo en la puerta durante varios minutos, nerviosa. En algún punto me doy cuenta que no puedo pasarme todo el día ahí, y decido entrar rápidamente, sin darme tiempo a pensarlo más.

No puedo negar que el outfit de hoy le queda de muerte. La camisa rosa... uf. Las camisas en general, son mi debilidad. Pero no estoy aquí para darle un repaso a mi jefe. Concéntrate, Olivia.

Su mirada cae sobre mí y no deja de mirarme ni siquiera cuando llego a su lado. Tiene los brazos cruzados y el ceño fruncido. Y lo que más me jode de todo es que se ve muy sexy.

-¿Sabes por qué estás aquí? -me pregunta.

Yo me aclaro la garganta antes de hablar.

-Puedo hacerme a una idea, sí -yo también me cruzo de brazos. Noto el corazón latirme con fuerza en el pecho.

-¿Por qué crees que te he llamado? -pregunta. Le apetece humillarme, o algo.

-Porque, para variar, has mirado las cámaras en el momento menos apropiado -digo sin tapujos.

Él aparta la mirada y respira hondo. He dado en el clavo. Cuando vuelve a mirarme puedo notar una mueca de enfado.

-Te lo he dicho esta mañana, Falcon -parece de decepcionado-. Están prohibidas las relaciones entre agentes.

Tengo que respirar hondo para no agarrar lo primero que veo y tirárselo en la cabeza.

-Para empezar, no he sido yo quien ha besado a Joe. Tendrías que llamarlo a él, no a mí -plantear el tema en voz alta sólo hace que mi enfado aumente cada vez más-. Para seguir, no tengo ninguna relación con él. Y hombre, porfavor, que eso no se puede llegar a considerar ni un beso. Joe me malinterpretó, eso es todo.

-Pero tuviste algo con él en el pasado, ¿no? -cierro los ojos y me sujeto el puente de la nariz.

Entiendo cómo debe de verse la situación a los ojos de Freddy. Una inspectora, a la que ha advertido de la prohibición de relaciones, se ha besado con un nuevo agente al que conoce de hace tiempo y que además es su exnovio. No pinta bien, no.

Vuelvo a abrir los ojos e intento salir de este lío.

-Mi vida privada no te incumbe, comisario, pero sí. Joe y yo tuvimos una relación cuando éramos unos críos -explico-. Pero eso no quiere decir que vayamos a volver a estar juntos.

-Tu vida privada empieza a incumbirme en el momento en que afecta a tu rendimiento laboral, ¿me entiendes? -suelta alzando ligeramente la voz.

-No digas gilipolleces. Ni ha afectado ni va a afectar a mi rendimiento laboral, Freddy -ruedo los ojos.

Es ridículo. No ha pasado absolutamente nada que pueda hacerle pensar que mi rendimiento laboral ha empeorado. Porque no es así, y lo sabe.

-Soy tu superior, neno, así que te recomiendo tratarme con respeto -la situación va escalando-. Te he advertido esta mañana y no lo has respetado, y todavía vienes aquí y me tratas como su fuera tu puto colega.

No sé en qué momento pude llegar a pensar que podría ser amiga de Freddy, pero desde luego se me fue la cabeza. Sus palabras me crean un nudo en la garganta, y tengo que esforzarme para no llorar.