Una historia donde nada es lo que parece.
Un recuerdo borroso.
¿Tener los recuerdos bloqueados es aterrador?
¿O es más aterrador enterarte de que todo lo que has vivido es una farsa?
Un romance inquebrantable, donde se apoyan mutuamente.
Uno donde n...
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¡Hola! Espero que este capítulo sea de su agrado, y si así es, no duden en ayudarme con sus votos y comentarios. <3
Disfruten. <3
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—Siéntate aquí —sugirió Karim, dándole el puesto que queda delante de mí a Tiffany.
Increíble.
Me acomodo en mi sitio mientras veo como Gema toma mi ex puesto. La clase inicia, la cabeza me está doliendo y eso evita que me concentre en las palabras del licenciado.
Un papel me cae en mi cuaderno.
«¿Estás bien?»
La letra de Karim. Giro mi cabeza y él me está observando preocupado.
Ya...
Asiento y vuelvo a lo mío.
Los ojos me pican, los tallo con fuerza mientras las palabras del maestro se vuelven en eco.
—Mira... Esta rosa es para ti.
—¿Por qué? —sonrío.
—Porque el rojo es kriptonita para mí...
—¿Qué es eso?
—El que me haces sentir diminuto cada que estoy a tu lado. Cada que usas este color...
—Señorita Emily, si quiere dormir tanto, se hubiera quedado en casa —exclama el maestro sacándome de la nube imaginaria que monté.
No sé en qué momento me fui completamente y me dejé divagar en mis recuerdos, escenas ficticias o lo que sea.
Miro a mi alrededor y todos tienen la vista en mí. Asiento asumiendo la culpa.
—Lo lamento —tomo mis cosas y salgo del salón.
La cabeza me duele a mil, masajeo mi sien esperando que el dolor merme, aunque sea un poco. Camino a paso lento al baño, lavo mi rostro y me miro al espejo; Un rostro pálido, ojos zafiro irritados de tanto que los tallé en clase, cabello recogido en una coleta alta. Me deshago del peinado para que se libere un poco el dolor. En mi bolso no encontré mis medicamentos por más que busque, desisto de la búsqueda y salgo para ir a enfermería.
—¿Llegó todo? —escucho la voz que me deja estática.
Será mejor volver.
—Sí, señor. Ya lo estamos acomodando para que esté al alcance de los jóvenes.
—Perfecto —mi intento de huida queda en vano cuando mi bolso se cae de mis manos al tener el cuerpo débil—Buenos días, joven... ¿Emily?
Agarro lo que se cayó y saludo con un asentimiento de cabeza.
