Una historia donde nada es lo que parece.
Un recuerdo borroso.
¿Tener los recuerdos bloqueados es aterrador?
¿O es más aterrador enterarte de que todo lo que has vivido es una farsa?
Un romance inquebrantable, donde se apoyan mutuamente.
Uno donde n...
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Mi gente, como ya habia dicho, volví al colegio... Y que me está dejando bloqueada. Sin emabgo, eso no significa que dejaré la historia, aquella sigue en pie, pero eso sí, las actualizaciones no serán tan seguido como los capitulos anteriores.
Les traje nuevo capítulo que espero que les uste tanto como a mí.
Recueerden que con los votos y comentarios me apoyan y me motivan, muchas gracias. <3
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Subo las escaleras riendo tratando de no ser atrapada por él. No importa mi cansancio la risa siempre está ahí. Giro mi cabeza y ahí está; elegante como siempre, siguiéndome el paso con una sonrisa. Vuelvo mi cabeza y me freno enseguida cuando estoy a punto de chocar con una enorme puerta.
—Señor, ¿qué hay adentro? —siseo, con la respiración agitada.
—No lo sé, enana —me toma en brazos—¿Lo revisamos?
Asiento.
—¿Quieres jugar?
—Sí...
Saca unas llaves de su bolsillo y las incrusta en la cerradura.
—Te encantará este juego.
Aplaudo feliz.
Entramos a una habitación roja. Hay cosas metálicas parecidas a las películas que ve mi mamá y mi papá en la noche, justo cuando me tapan los ojitos.
—¿Usted es policía? —juego con mis dedos, mientras veo unas esposas plateadas tiradas en el suelo.
—Puede ser... ¿Jugamos al ladrón y policía?
—Oki.
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—Emily —besan mi frente—. Pequeña, es una pesadilla.
Niego repetidamente sin poder abrir los ojos.
—Joder...
Me carga y me acaricia la mejilla.
—Mírame, Emily. Estoy aquí.
Poco a poco despego mis ojos y me topo con un gris tenebroso. Lo miro confundida, él me sonríe con los labios sellados. Mis ojos se mueven por toda la habitación. El reloj en la pared marca las cuatro de la madrugada.
Me alejo de su cuerpo, él deja caer los brazos a un lado suyo y solo me mira.
—Klaus, perdón —doy un paso atrás reparándolo—...Perdón, no debiste molestarte... Son sueños sin sentido, de verdad. Estoy bien, no te preocupes por estas cosas.
