XVI

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Volví

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Volví. Pequeños, este capítulo me hizo llorar, no por el contenido... Sino porque ya estaba listo, solo faltaba editarlo y se me borró...

Escribir no es fácil, pero aquí les traigo el capítulo. Espero les guste, y si no pasa... Cierren sus puertas y ventanas porque voy y me los arrastro.

JAJAJAJA BROMAAA.

Bueno.

Sin más...

Disfruten. <3

****

EMILY

Lunes.

Lunes de mierda.

Caminando por los pasillos de la facultad, mi cabeza idealiza las mil y un maneras en las cuales arreglar lo sucedido con los James. Realmente quiero algo con ellos, pero... «No lo sé». Grita mi subconsciente. Son lindos, eso es obvio, tanto física como mentalmente, me tratan bien...

Gema me golpea el hombro, giro mi cabeza y esta se ríe.

—Te estoy hablando hace como media hora.

—Lo siento... —sonrío.

Vuelve a hablar en lo que entramos al salón, no sé qué sandeces esté diciendo, no les doy mucha importancia porque mi mente está en otro lado.

Mis pensamientos se esfuman en cuanto detallo la escena que me espera subiendo los escalones de mi salón: Karim habla coquetamente con Tiffany... Gema me susurra que volverá a darme mi asiento debido a mi situación y se disculpa con cara de cachorro por, según ella, ser una entrometida. Me cede mi antiguo asiento y ella se va al suyo, quedo delante de Karim, uno que no se gira a verme ni por un segundo.

¿La cagué tanto para qué ni me mire?

La maestra Angelina entra con un muy elegante traje. Es una de las personas que más nos entiende puesto a lo joven que es, entiende nuestro proceso y nos tiene una inmensa paciencia en cuanto trabajo se trata. Karim vuelve a su asiento en lo que Angelina explica el tema de hoy, nos cuentas datos que obvio no dudamos en anotar, ya que nos enseña cosas más a profundidad para ayudarnos a entender más su historia y leyes que evolucionan, cambian o se borran.

La clase me distrae de todo, me enfoco solo en ella hasta cuando siento un cosquilleo que me recorre en el cuerpo cuando Karim toma mi cabello y juega con él. Disimuladamente me volteo a verlo y...

Diablos.

Una mirada dulce e inocente es lo primero que me llama la atención seguido de una adorable sonrisa.

¿Qué hago?

¿Llamo a Klaus?

Sería lo más sensato. La maestra lo llama para que pase a exponer un tema que le han dejado hace con dos semanas. Todos regresan su mirada al ojiazul con un piercing en el labio. Saco el celular con la intención de escribirle a su hermano; Sin embargo, la acción queda a medias cuando la rubia de ojos miel se levanta llamando la atención de todos con su porte fino y educado, se disculpa con la maestra por la interrupción y recoge todas las partencias del niño que no deja de jugar con mi cabello.

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