Mérida observaba a Azul aterrada, ella no paraba de reír diabolicamente.
-Eres tan patética Mérida-dijo Azul con palabras de desprecio.
Azul se acercó poco a poco a Mérida, sus ojos eran rojos como sangre.
-Tu no eres Azul-dijo Mérida de repente.
-¡Vaya!, hasta que te das cuenta primor-dijo "Azul".
Comenzó a salir una neblina negra del cuerpo de Azul y ella calló al piso. La neblina tomó forma Atalia.
-Hola primor, me creías muerta ¿verdad? Pues te tengo una noticia, hierba mala, nunca muere-dijo Atalia.
-Mérida, perdóname por favor, yo no podía controlar mi cuerpo cuando ella estaba dentro-dijo Azul.
-¿a que te refieres? Explicate mejor-dijo Mérida.
-Lo que Azul trata de desir, es que ella lastimó a Violeta-dijo Atalia.
-¿qué?-preguntó Mérida.
-Yo solamente recuerdo que ella me avisó que iba a una pijamada y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en las escaleras y Violeta en el piso golpeada y yo salpicada de sangre-dijo Azul.
-No estoy comprendiendo-dijo Mérida al borde del llanto.
-Yo manipule para que hiciera todo eso, Azul estaba poseída por mi. Fue lo mas fácil para tenerte cerca y observar tus movimientos de cerca-dijo Atalia.
-Pero quiero que sepas, que en verdad te quiero, eres la mejor amiga que eh tenido-dijo Azul.
-¡Mérida! -gritó Jack saliendo por la puerta a la azotea.
-¡Jack! -dijo Mérida abrazandolo.
-Hola, yo soy Atalia, tu debes de ser Cristofer, el otro amor de Mérida-dijo Atalia.
-¿que pasa aquí? -preguntó Cristofer.
-Estoy cansada de contestar preguntas, mejor pasemos a lo interesante-dijo Atalia.
Tomó a Azul del cabello y la atrajo hacia ella, sacó la misma daga que le clavó a Jack....y le cortó el cuello a Azul.
-¡Noooo!-gritó Mérida.
Jack rápidamente pegó el rostro de Mérida contra su pecho para que no viera la escena sangrienta. Cristofer se quedó en shock.
-¡No tenías por que matarla! - gritó Mérida.
-¡Se acabó el juego Mérida! Ésta es la última batalla, tu y yo no cabemos en éste mundo....oh eres tu, oh soy yo, pero es obvio que seré yo la dueña y señora de LOS 5 ELEMENTOS-dijo Atalia en voz firme.
-Te equivocas-dijo Mérida.
-Claro que no primor-dijo Atalia.
Les lanzó una ráfaga de viento fusionada con agua.
Cristofer se colocó en frente eh hizo una barrera de piedra.
Atalia aprisiono a Mérida y a Cristofer, mientras tomó a Jack y lo impacto contra el suelo.
Mérida se liberó y se lanzó sobre Atalia, le rasguñó el rostro y la agarró a golpes. Estaban peleando sobre el techo de crital del salón de combate, en donde estaban todos.
El cristal se quebró y Mérida y Atalia cayeron en medio de la pista de baile.
Todos comenzaron a gritar y a correr de un lado al otro.
Jack y Cristofer bajaron rápidamente de la azotea.
-¡¿que está sucediendo?!-preguntó la directora.
-Directora, tiene que sacar a todos de aquí, están en peligro-dijo Jack.
-¿como?¿por qué? -preguntó la directora.
-El comedor, ahí estarán seguros.
La directora asintió y les informó a todos que fueran al comedor.
Mientras, Mérida y Atalia seguían peleando como gatas salvajes.
-No creas que esto será fácil Mérida-dijo Atalia extendiendo sus manos.
Apareció Olivia y una gran cantidad de aprendices y maestros de lado de Atalia, todos malignos.
-Ahora sí, que comience la función-dijo Atalia mandando a sus servidores para que pelearan contra Mérida y sus amigos.
-Tienen que ir con los demás al comedor, aquí es muy peligroso-les dijo Mérida a sus amigos.
-Nosotros estamos con tigo Mérida...y no te vamos a dejar. Ésta es batalla de todos-dijo Helen.
Los demás estuvieron de acuerdo con Helen y comenzaron a pelear.
Violeta se fue obligada al comedor, ya que no podía aser nada con las muletas.
Llegó la directora con los maestros y un gran grupo de aprendices a combatir.
La guerra era fuerte, Atalia luchaba para obtener el poderío y el control de LOS 5 ELEMENTOS...y manipular a todos los elementales. Mientras Mérida luchaba por la paz y la libertad de todos.
La batalla era agresiva y muchos estaban muriendo, malos y buenos.
Ya no quedaba nada del salón de combates, solamente escombros y cuerpos sin vida.
Mérida le lanzó un bombardeo de espinas a Atalia, pero Atalia se cubrió con una barrera de piedra.
Atalia lanzó una llama de fuego en dirección a Mérida, pero Jack se interpuso y la apagó con una ola de agua.
Atalia los lanzó con una ráfaga de viento, impactandolos contra los escombros. Mérida se levantó adolorida y le enredó el pie a Atalia con raíces, ocasionado que cayera al suelo. Jack la aprisionó en una burbuja de agua y después la congeló.
Al momento que Atalia derritió el hielo, Mérida le lanzó una lluvia de espinas ardiendo, ya que Mérida y Julieta habían fusionado sus trucos.
-¡malditas, la van a pagar! -gritó Atalia de dolor.
Atalia los lanzó con una ola de viento y después les lanzó rocas en sima, dejándolos a los tres sepultados bajo piedras y escombros.
-Podrán unirse, pero jamás podrán controlar cinco elementos a la vez-dijo Atalia burlándose.
Helen y los demás corrieron a ayudarlos y los sacaron de los escombros.
-Eso es-dijo Mérida.
-¿qué? -preguntaron.
-No poseemos los cinco elementos, pero si podemos fusionarlos-dijo Mérida.
-Pues si ¿pero eso que tiene que ver?-preguntó Julieta.
-La vez que creí que la había derrotado, fusione todos mis trucos y habilidades; ahora si hacemos lo mismo, unir todos nuestros trucos y habilidades y después nuestros elementos....podría funcionar-dijo Mérida.
Continuaron luchando contra Atalia, ella era rapida y ágil, por lo tanto podía con los cinco.
-Ah llegado tu fin Atalia, ¡ahora! -dijo Mérida.
Los cinco fusionaron sus elementos, Helen aire, Cristofer tierra, Julieta fuego, Jack agua y Mérida plantas.
Una explosión de elementos estalló, una luz encandiladora, que se veía a kilómetros de distancia.
Cuando el polvo se esfumó y todo se tranquilizó, no había rastro de Atalia.
-La guerra terminó, somos triunfantes hija-dijo la voz de su padre en su cabeza.
-Ganamos-dijo Mérida sin aliento.
Estaban felices por que "la tormenta" había pasado, pero tristes porque había muchas muertes, muchos inocentes habían muerto, un amigo de Jack y la maestra Rosa habían muerto.
El instituto quedó destruido y
a los ayudantes de Atalia, los encarcelaron.
