23 de marzo del 2023

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                Contacto cero

Para mí, la aplicación de el contacto cero resulta sumamente complicada, ya que aún no estoy preparada para aceptar tu ausencia. Siento un profundo dolor que me afecta de manera física y emocional, pues mi vulnerabilidad interior se hace evidente al enfrentar esta situación. Nunca imaginé que nuestra última reunión, nuestro último encuentro y nuestro último beso serían así.

Hoy 23 de marzo, te vi por última vez, y solo bastó este día para darme cuenta de la obsesión que sentía por ti. A partir de ahora, será mejor mantenernos alejados. Lo que me atrajo de ti fue la forma en que te conocí, me gustó tu manera de expresarte, tu risa, tus ojos y tú personalidad, porque eres muy amable con las personas, encantador. Fuiste un chico muy agradable. La verdad es que me gustaste solo por eso, no estoy enamorada de ti ni nada por el estilo, pero extraño esos hermosos momentos que pasé a tu lado. Echo de menos al chico que conocí en la preparatoria, no al que conocí fuera de ella.

Me entristece conocer tu verdadera identidad, me duele recordar los momentos que compartimos aunque fueron dolorosos. Me hiciste llorar como nunca, me sentí utilizada y me diste la impresión de que los hombres solo buscan a las mujeres por razones sexuales y no para tener una relación seria.

Lo más extraño es que te hecho de menos, no sé si añoro al chico que conocí en la preparatoria o tus tratos tan toscos y estúpidos. A pesar de todo, no siento odio hacia ti, tu actitud me hizo sentir atractiva y aumentó mi autoestima, por lo cual te estoy agradecida. Sin embargo, no puedo perdonar que me hayas utilizado con fines sexuales. A veces me pregunto si extraño la forma en que me tratabas o cómo me hablabas, a pesar de que hubo momentos en los que tu comportamiento era ambiguo. Me sentía confundida respecto a tus sentimientos, hasta que finalmente conocí tu verdadera identidad y me decepcioné.

No reunías las características que buscaba, sin embargo, me convertí en una presa fácil para ti. Recuerdo claramente nuestra primera llamada en la que me trataste con desprecio, señalando que no eras de mi agrado y que no encajaba en tus gustos debido a mi supuesta bipolaridad y comportamiento infantil. Me humillaste, logrando que derramara lágrimas para luego burlarte de mi vulnerabilidad.

La segunda llamada me tomó por sorpresa, ya que me expresaste tu admiración hacia a mí, mencionando mi atractivo y resaltando que cualquiera se fijaría en mi persona. Asimismo rememoro cuando me expresaste por primera vez tu amor y me extendiste una invitación para salir, lo cual representó una gran sorpresa para mí, aunque en aquel momento no creía en ello. A pesar de mis dudas, acepté salir contigo, mostraste atenciones y cortesías que me hicieron creer en una posible reciprocidad. Sin embargo, nuestras emociones no eran correspondidas de igual manera. A pesar de ello, decidí darle una oportunidad a la relación, esperando que el amor que una vez sentí por ti regresara. El desenlace fue evidente dado que las alternativas anteriores resultaron infructuosas. Me frustra haber desperdiciado mi tiempo contigo, haberme ilusionado y creado expectativas irreales. Me sumergí en un mundo de fantasías que distaba mucho de la cruda realidad. Si hubiese sabido que serías solo un instrumento para tus propios fines, preferiría no haberte conocido.

Nuestra relación continúa desarrollándose; siento que estamos destinados a estar juntos.
Constantemente reviso mi celular en espera de un mensaje tuyo o una llamada, anhelando escuchar tu voz.

Sin embargo, me encuentro confundida, no sé si estás jugando con mis sentimientos o si realmente sientes algo por mí. ¿Por qué te comportas de esa manera? Sé que no puedo cambiarte, entiendo que actúas así porque necesitas ayuda y me encantaría brindártela, pero no la estás solicitando. Antes deseaba morirme por no tenerte a mi lado, ansiosa por escuchar tu voz, por verte de nuevo, y ahora puedo decir que te amo profundamente. Sin embargo, soy consciente de que no somos compatibles y no me gusta tu forma de ser. No deseo continuar sintiéndome confundida, llorando o preocupada por ti, pero tampoco puedo alejarte de mi vida.

¿Qué impacto me has causado? Tu personalidad es inolvidable, eres cortés pero a la vez despreciable, eres atractivo pero también egoísta y arrogante. ¿Qué debo hacer para que me ames como yo te amo a ti? No estoy segura si eres solo un capricho, un deseo o si en realidad me gustas mucho. Te odio, pero a la misma vez te amo demasiado. Parece que has logrado crear un vínculo emocional sin siquiera intentarlo.

¿Cómo lo lograste?, ¿Por qué lo hiciste?. Eres egoísta al querer ser el único en mi vida. Permíteme amar a otras personas, dejar que alguien más me haga feliz como realmente me lo merezco. Necesito a alguien que me eleve mi autoestima y me haga reír en vez de llorar. Es momento de que te vayas de mi vida. He llegado a la conclusión de que nuestra relación no es adecuada para mí. He sido consciente de todo el daño que me has causado, aunque hasta ahora me resistía a aceptarlo. A lo largo del tiempo, has manifestado tu narcisismo conmigo de diversas maneras, pero en este momento me estoy valorando a mi misma y estableciendo mis límites. No deseo que sigas buscándome, prefiero abrirme a amar a otras personas. Estoy dejando atrás nuestra historia y lo que sucedió.
He decidido renunciar a ti, ya que no me aferraré a algo que me lastima. Te amo, pero  me tengo que marchar.

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Una vez más tu Narcisismo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora