MI NOVIO TÓXICO

No me gusta tu cuerpo

—Itadori, te veo más delgado—le preguntó Nobara—¿Estas comiendo bien?

—S-sí. Lo normal.

La verdad era que, desde hacía un tiempo, Yuji no tenía una sana relación con la comida. Y todo había sido desde la noche en la que estaba haciendo el amor con su novio y este, teniéndolo en cuatro sobre la cama, le soltó con cara de asco que tenía celulitis y que estaba gordo.

—¡Deja de tragar como marrano! — le había dicho en pleno acto sexual.

Desde ese día quedó traumatizado con su alimentación: no quería comer, se sentía culpable si degustaba algún dulce, tenía atracones de comida, y comenzó a obsesionarse con su cuerpo. Se sentía la persona con el físico más deforme del mundo.

Por si no fuera suficiente, su pareja siempre comparaba su aspecto con el de otros hombres.

"Esto si es un hombre digno de admirar"

"Me encantan los hombres con cuerpo definido"

"En el gym hay un entrenador que tiene un cuerpazo"

Itadori ya no podía salir a la calle sintiéndose una persona cómoda consigo misma, usaba ropa grande, no quería usar traje de baño en las clases de natación, hasta cuando entraba a la ducha se sentía incómodo.

Lo peor era que, delante de la gente, Satoru le lanzaba comentarios hirientes como para que le diera vergüenza.

"¿Ya dejaste de tragar tanto?"

"¡¿Otra vez vas a comer?!"

"Yuji está muy panzón"

"Come una rebanada menos de pizza, chanchito"

En una de esas oportunidades, Shoko regañó a Satoru por tratar mal a su novio delante de los demás, pero a este no le importó y le dijo que un hombre digno de él tenía que tener el cuerpo que a él le excitase. Que para algo él se mataba tanto en el gym, para ser perfecto.

"Mi novio tiene razón. Él va por horas al gimnasio para verse bien y yo debería cuidar más mi figura", pensaba Itadori. Pensamiento muy ABSURDO porque él era atleta y tenía un cuerpo hermoso.

Dejar de comer adecuadamente pasa factura a una persona que realiza deportes, así que un fatídico día, durante una competición de baloncesto, Yuji (aparte de estar jugando fatal) se desmayó en la cancha. Fue atendido por los paramédicos y cuando despertó, estaba a su lado Yuta Okkotsu.

—¿Qué te pasó, Yuji?

—No se...

—¿No desayunaste?

Le acercaron un sándwich y un jugo de fruta, pero él no quiso comerlo.

"Anoche cené, hoy no necesito desayunar ni almorzar. Yo aguanto, estoy bien" pero se moría por comer lo que le habían dado. Al terminar el partido, Fushiguro se ofreció a llevarlo hasta su casa.

¡Ni loco! Si Satoru lo veía llegando con Megumi eso iba a ser tremendo problema.

—Sé que no vas a decirnos nada, porque es tu vida privada. Y de antemano disculpa el atrevimiento—le dijo el pestañudo—. Pero me parece que estas obsesionado con la comida y que esto tiene que ver con Satoru.

—N-no...

—Escúchame, Itadori Yuji— su amigo lo miró con una cara de "no me jodas"—. Te conozco casi desde que tenemos siete años, eres comelón, amas cocinar, disfrutas de la comida, jamás has tenido un problema con eso. Y ahora que llega "don perfecto obsesionado consigo mismo", estás dejando de comer.

—No es es...

—Mira, no sé qué cosas está diciéndote. Pero estas bien, ¿ok? No estas pasado de peso, que no seas un palillo como yo no te convierte en una ballena.

—Eso lo dices porque eres mi amigo.

—¡Precisamente por eso! Si estuvieras mal te lo diría. Y ahora súbete a la moto que nos vamos a comer en Mc Donald's con Yuta y Nobara. 

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Por supuesto cambié todo para que fuera una historia entre hombres, pero (al igual que otros capítulos) esto fue algo que me pasó a mi. En una noche de "pasión" con mi ex pareja me dijo con cara del peor asco que tenía celulitis y dejamos de hacerlo porque mi cuerpo le parecía repulsivo.

Dejé de comer, usé fajas, quise hacerme una lipo, dejé de ir al yoga porque me sentía fea al lado de las instructoras que tenían cuerpos esbeltos y delgados.
Mis amigas se dieron cuenta y me llevaron a una tarde de chicas en Mc Donalds, lloré muchisimo porque no pude disfrutar de mi amada Big Mac con Mc Flurry de Oreo.

NUNCA se cieguen tanto por un hombre.