☆ Capítulo 4 En el avión ♡

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Minutos después...


Subí al avión, seguí adelante, busqué mi número de asiento, por fin lo encontré. Hice en puntillas intentando alcanzar para colocar mis cosas arriba de los asientos, hasta que...

—Cuidado, bambina—una voz que me susurró detrás de mí. Me volteé y estaba detrás de mí, el mismo chico que hace ratico nos estrellamos en el registro de las maletas—. Hola, diavolina—me saludó con su mirada de picardía.

Santo Dios, que susto tan horrible, pensé que me iba a caer todo encima mío, pero el chico me salvó. Al menos sirve para algo jejeje y tiene un buen reflejo, menos mal que reaccionó y llegó rápido para ayudarme.

—Entonces, si era cierto que vas a Barcelona—fruncí el ceño.

—Al parecer, guapa—dijo el chico sonriendo—. Te ayudo a colocar sus cosas.

—No, gracias, yo puedo—exclamé al chico—. Yo puedo hacerlo... —Me agache, porque se cayó otra vez mi maleta pequeña y el chico con sus reflejos cogió mis cosas.

El chico se rió de mí mostrando sus dientes y con hoyuelos.

<<Por favor, no hagas eso>> Dije a mi misma en mi voz interior.

Apenas los otros pasajeros nos miraban muy enfurecidos.

—Oye, estás haciendo estorbo—gritó otra persona.

—Te esperas —Max y yo dijimos al mismo tiempo, y nosotros nos fijamos.

—Estamos conectados, mi diavolina—sonrió con ironía e hice una mueca fingida.

El pasajero pasó por un lado frunciendo el ceño.

—Apurados—gritaron los otros pasajeros enfurecidos.

—Ya vamos—suspiré—. Está bien, ayúdame y apúrate que está haciendo estorbo a los otros pasajeros. —El chico me ayudó a colocar mis cosas.

—Listo...—dijo el chico—. ¿Cómo es vuestro nombre, diavolina?

—¡No me digas diavolina! —Creo que pronuncié bien y grité al chico con una voz seria. El chico se fue a su asiento correspondiente y riéndose entre dientes.

—No puedo—me dijo algo confundido—, no me respondiste mi pregunta. —Él estaba esperando a responder su pregunta.

—Mi nombre es... Alexandra—respondí, ya que me puse nerviosa.

—Hermoso nombre—dijo algo alegre el chico—. Soy Maximiliano, si quieres saber mi nombre. — Luego fije a todos esperándome y diciéndome que me apresuraba para sentarme—. Pero suena mejor... diavolina... —me guiñó un ojo sonriéndome de picardía.

Miré que el chico se sentó junto a la ventana y la verdad, quería sentarme en este sitio y me enfurecí.

—Oye, quería sentarme junto a la ventana—le dije al chico.

—Lo siento, es que... me da miedo... —Me dijo el chico algo nervioso—. Sentaos a mi lado, junto a las dos personas que están al lado de ti.

Me volteé a ver que había un chico y una niña esperándome.

—Lo siento, quiero sentarme ahí o sino no me muevo de aquí—dije algo enfurecida.

—Enserio queréis pelear por una silla, bambina—me sonrió un poco—. Sentad a mi lado, y más tarde, os dejo ver la ventana o más bien cambiamos el puesto, para no pelear, ¿estamos? —Todos dijeron que aceptara esta propuesta y al fin a cabo, acepté para no demorar tanto.

Un Amor En El Extranjero Parte 1 (EN BORRADOR) (En pausa, temporalmente).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora