☆ Capítulo 35 Leandro y Sophie ♡

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Mes de octubre

Max y yo ya cumplimos un mes de novios ya que nos cuadramos el 4 de septiembre y hoy era 4 de octubre de 2021. Estamos celebrando nuestro primer mes de noviazgo, que emoción y ojalá que dure hasta viejitos.

En estos momentos, nuestra relación está bajo control, es decir, está funcionando de maravilla, eso creo cuando... Un tiempo después, algunos días pasaron y ya el invierno cambió mucho.

Por lo visto, ya las hojas de los árboles están empezando a cambiar por un color entre amarillo, rojo y naranja; es tan hermoso como se ven y poco a poco las hojas van cayendo en el suelo.

También pasó un buen tiempo desde la muerte de aquellos muchachos que fallecieron y todavía están buscando a los responsables de sus muertes. Creo que se le trago la tierra porque nada que aparecen, son tan silenciosos, pero nada imposible a los policías.

Semana después, era un 9 de octubre de 2021, fue uno inesperado momento, estaba con Max en el parque y vi que las hojas estaban completamente caídas y bien recogidas en el pasto e hice algo de una locura.

—Tengame mi bolsito, por favor — Max lo sujetó.

Me preparé porque quería lanzarme a esta montaña de hojas que estaba junto a un árbol del parque.

—Qué vas a hacer, mi amor — fue entre una pregunta y una exclamación.

—Ya verá — hice una mirada de malicia.

Comencé a retroceder y me preparé como un toro feroz. Luego me lancé a las montañas de hojas que había cerca de un parque y todas las hojas se derramaron. Obvio que no me dolió y eso como traquean las hojas. Dichoso mis oídos, hace rato no escuchaba cómo crujir las hojas.

Apenas Max empezó a reírse a carcajadas y yo también. Me disfruté, pareciera una niña pequeña jugando a eso. Siempre quería hacer eso sí visitará algún país en esta estación y lanzarme estas montañas de hojas como hacen algunas pelis o series de Estados Unidos.

—Mi pequeña diavolina — todavía estaba riéndose—. Estais como una cabra.

—Lo sé — paré de reirme—, siempre quería hacerlo y déjame disfrutar de mis tontas locuras.

Todos me miraron como un bicho raro, claro que se dieron cuenta que era una migrante que nunca ha visto una maldita estación y la verdad, si lo he visto pero personalmente no, solo en televisión.

—Lastima que en mi país no se ve mucho estación, por eso que me pregunte y prometí que si alguna vez viajo y visito a un país que en verdad tenga las 4 estaciones y disfrutar al menos hacer guerras de bola de nieve o lanzarme en una montaña de hojas — dije tan entusiasmada.

—Y ahí está, ya cumpliste vuestros sueños y vuestra promesa — me felicito Max.

—Sí, ya lo disfruté — mire que las hojas ya estaban muy desorganizadas y me lamente a la persona que recogió las hojas, pero al carajo con eso, como dijo Max, ya cumplí uno de mis sueños .

Sin más, no me esperaba que Max también se lanzará pero al otro extremo del parque y me reí muy duro. Él siguió mis locuras.

—Tú también estás demente — grité para que me escuchara.

—Me antojaste y siempre seguiré de tus locuras y me molesta con esto.

Fijé que se paró y luego caminó hacia donde yo estaba y me ayudó a pararme.

Cuando sentí un pequeño mareo y me tocó sostenerme en un árbol.

<<Ahora no, en estos momentos no>> — dije en mi mente.

Un Amor En El Extranjero Parte 1 (EN BORRADOR) (En pausa, temporalmente).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora