☆ Capítulo 18 Nuestra intimidad secreta ♡

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Me levanté muy pensativa todo lo que decía Maximiliano acerca de aquel tema, será que soy capaz de tocar mis propias partes íntimas. Tuve una sensación extraña; sentí mariposas en el estómago. Pero fui capaz de hacerlo, es decir, entré a bañarme y duré unos cuantos minutos en la ducha haciendo esta acción y lo que me decía Max, me imaginé que estaba con él. Fue tan raro y solo jadee en voz baja para que Gaby no me escuchara. Pero, me detuve, cerré la llave y sacudí mi cabeza para olvidar lo que pasó y yo misma me decía en mi voz interior: <<Por qué lo hice, qué te pasa, Alexa>>.

Salí del baño y vi que Gaby no estaba, me dejó sola, dónde se ha ido. Sin embargo, dejó un mensaje diciendo:

"Para Alexa: Ahorita vengo, me demoro depende si me atiendan rápido. Cuídate. ATT: Gaby".

A leer este mensaje, aproveché lo mismo que hice en la ducha, pero ahora voy a hacer en mi cama. Claro que solo coloque la ropa interior, había un aparato de que uno puede hacer estas cosas; saqué esta cosa y lo empecé a prender y meter a mis partes íntimas (no era mío, era de Gaby, un día sin querer a mi amiga sacó este aparato y la miré con una mirada como un bicho raro; Gaby me decía que casi siempre lo hacía, digamos que es un poco adicta a eso; pero, que ha parado un poco, solo que muy rara vez lo hacía como antes que eso, día y noche dándole sin parar); no piensan mal de mí, no voy a convertir una adicta con ese aparato, solamente que... quería probarlo y ya; ahora estaba imaginando a Max, por favor no me critiquen que, si me volví loca, por supuesto que no; solo que era una imaginación tan locura. No paré, seguí tocándome, dándome el placer yo misma, gemí bastante con o sin aparato; primero con el aparato y después, sin eso, lo hice con mis dedos. Hasta que escucho que alguien tocó la puerta. Maldije y pare.

—¿Quién es? — Mi voz estaba ronca. Mire en el huequito de la puerta y era él, Maximiliano. Mi corazón comenzó a latir muy fuerte; así que, coloqué muy apresurada una bata y repetí la misma pregunta.

—Soy yo, mi diavolina — al escuchar el apodo, abrí la puerta y él me sonrío—. ¿Cómo amaneció la ragazza más guapa del mundo? — Claro que me sonrojé un poco—. ¿Por qué te pones rojita? Me mola.

—Hola, Max. Bien, gracias y ¿tú?

—De maravilla — vi que estaba tan contento, que bicho le picó, está más amable que nunca—. Oh, Madre mía, estás en bata. Me imagino que estabas bañando. — Max me miró de arriba hacia mis piernas peladas y yo me cubrí un poco con mis brazos—. ¿Por qué te cubras? Te ves sexy así.

No sé qué está pasando, sentí una sensación en todo mi cuerpo como caluroso, será por lo que hace poco hice o por lo que en verdad tengo ganas de... <<no pienses en eso Alexa, dije que no>>.

—¿Estás un poco sudada? — se extrañó—. ¿Qué estabas haciendo? — Hizo una sonrisa malévola.

—Yo... estaba haciendo ejercicio — mentí.

—¿Ejercicio? — enarcó una ceja—. Haces deporte.

—Sí, hay algún problema — fulminé la mirada.

—Claro que no — me respondió. Sé que no estás haciendo ejercicio — Rayos, me pilló ese pelado—. Yo sé que estabas haciendo y no quieres decirme cara a cara.

—Eh... yo... — empecé a tartamudear.

—¿Puedo hablar contigo? — dijo Max.

—¿Conmigo? ¿De qué?

—Sí — Replicó—. Una cosa muy importante antes de que alguien cuente...

De repente, vi que Max comenzó a dar unos pasos largos hacia mí y yo retrocedí.

Un Amor En El Extranjero Parte 1 (EN BORRADOR) (En pausa, temporalmente).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora