Minutos después...
Después de alejarme un poco, fui al baño a limpiar las manos, claro que pedí a alguien donde quedaba el baño. Esta persona me acompañó hasta el destino y se esfumó de aquí.
Entré al baño de mujeres, no de hombre, claro es obvio; vi que el baño era un poco grande y limpio, en estos momentos estaban limpios. Abrí las llaves del lavamanos y empecé a limpiar las manos. Entré a uno de los cubículos y... escuché que alguien entró al baño.
—Hola, hay alguien — no respondieron. Salí de ahí, y me sobresalte y era un chico entrando al baño de mujeres, que descaro—. Por el amor de Dios Santísimo, creo que te equivocaste de baño, pelado — exclamé. El chico me miró como raro.
—Hola — me saludó—. Es el baño de mujeres. — Dije que sí—. Vaya, era al lado, no fijé bien la imagen. — La imagen estaba clara que era de mujeres—. Eres increíble, tia—el chico era delgado y un poco encorvado—. ¿Cómo es vuestro nombre? — Le dije que Alexandra—. Hermoso nombre, mi nombre es Juan. Nos estrechamos nuestras manos, a pesa que estaba llena de barro—¿De dónde eres, no eres por aquí? —Preguntó algo curioso.
Estaba todo raro este chico, por qué estaba en un baño de mujeres.
—No soy por aquí, soy de un país muy lejano—los dos nos reímos—. Soy de Latinoamérica. —Le dije algo de pista a ver si lo adivinara.
—Eres latina—dijo Juan algo serio—. Eres colombiana— El chico se cruzó los brazos y me miró algo feo.
—Sí, ¿por? — Le dije al chico un poco seria. Juan se me acercó donde yo estaba. El chico empezó a insultarme.
—No deberías estar aquí — me gritó y se puso nervioso. Me obligó a entrar en uno de los cubículos.
—¿Qué haces? Suéltame.
—No, hasta que me das el placer — el chico empezó con todas sus fuerzas a tocarme, a besarme.
—¡Auxilio! ¡Alguien me escucha! — grité y el chico me tapó mi boca.
—Nadie te va a escuchar, chavala — siguió tocándome y besándome con mucha desesperación. Hasta que mordí un brazo y él apenas gritó, me solté y salí de aquí rápido, pero no pude salvarme porque el chico me alcanzó a cogerme, me hizo caer en el piso del baño y siguió su acción con muchas fuerzas. Empecé a llorar y grité con todas mis energías.
Rascó mi blusa y luego, con mucha fuerza mi pantalón deportivo. Vi que el chico quito sus pantalones... qué hace, quiere realmente violarme.
—No te muevas tanto — me gruñó—. Solo quiero follar... — Le dije una patada y apenas empeore, lo enfureci mas—. Eres una puta zorra, ven aqui, ya verá.
Me cogio con tantas las fuerzas posible, cuando fijé que el chico quería meter su verga a mi vagina.
—No, por favor no lo hagas...
De repente, escuché la entrada del baño y alguien jaló al chico con tantas fuerzas. Quedé paralizada y mareada a la vez. Intenté ver quién me rescató de este hombre acosador.
—¿Qué te pasa tio ah? — Me pareció esta voz y era Max, lo gruñó—. Te gusta abusar a una mujer. — Vi que lo jaló hacia afuera del baño, solo me paré un poco mareada y dije:
—Max — mi voz estaba ronca. Salí del baño y alcancé a mirar que Max estaba señalando algo y a la vez apuntando un arma; espié cada detalle al chico abusador que estaba pálido y abrió los ojos como platos—. No lo hagas, no es tu trabajo.
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Un Amor En El Extranjero Parte 1 (EN BORRADOR) (En pausa, temporalmente).
Romance¿Ustedes creen en el amor a primera vista? Alexa Rodriguez es una chica colombiana que en sus pasatiempos le encanta leer y escribir en su propio blog y publicar en sus redes sociales, hasta que ella ganó una beca universitaria en el extranjero. Cua...