¿Puedes construir sueños en la incertidumbre?

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Habían pasado ya dos años desde que dejaron su casa para ir hacia Belén en un viaje de dos semanas que termino siendo un viaje que, por el momento, aún no tenía fecha de retorno, vivir la vida al día no era muy difícil, ambos padres habían aprendido mucho de la vida adulta, ahora que la tenían que enfrentar sin ayuda, también habían crecido como personas, aprendiendo cada vez más como ser una guía para el pequeño que cargaban en brazos, pero esa incertidumbre aún estaba a su alrededor.

José, haciendo la comida: ¿Deberíamos hacer algo para el cumpleaños de nuestra criatura?

María, jugando con Jesús en el suelo: No creo que tengamos presupuesto para ello.

José: podría hacer un par de turnos extra o podría hacer algunas manualidades para obtener dinero.

María: Suena tentador pero es muy pequeño para ello, además ¿Con quién compartiría todo eso? 

José: no creo que Jana y sus hijos no quieran venir...

María, con indiferencia en la voz: son niños muy grandes, no quisiera que pasara algo porque nos enfoquemos en los invitados y no en nuestro pequeño.

José, dejando lo que hacía: María ¿Estás bien? 

María, volteando a verle: ¿De qué hablas?

José: llevas un tiempo algo cortante, no es la primera vez que te niegas a un plan, te pones tensa o molesta si se sugiere que hagamos algo fuera de lo normal.

María, a la defensiva: No sé de que hablas, yo estoy perfecta, quizá tu sientes eso porque tú estás así.

José, algo asustado por la reacción de su esposa: María, relájate, solo era una pregunta.

María, levantándose y tomando al niño en brazos: y yo te doy una respuesta que al parecer no te es suficiente, no sé porque te empeñas tanto en querer hacer cosas todo el tiempo, nuestra prioridad es Jesús y ya está. (yendo hacia la habitación)

José, detrás de ella: María, por favor, no estemos así, dime que sucede.

María: ya te dije que todo está bien, no me persigas (cerrando la puerta tras ella)

No lo decía en voz alta, jamás lo confesaría en voz alta, le dolía si quiera pensar en ello, ella debería sentirse honrada, plena y suficiente pero en su lugar se sentía algo vacía, no quería decirlo a José porque eso lo haría real, habían pasado casi 2 años y cerca de 3 de cuando su vida cambió para saber que no sería maestra, al menos no pronto, la vida no podrían ser pañales y cacharros para siempre ¿Cierto? Pero ¿cuando es pronto? sabía que volvería a casa, a una vida normal pero parecía a siglos de distancia, rezaba cada que podía para que Dios le quitara ese pesar; María amaba a Jesús y esa era toda la verdad, se aferraba a él con tanto recelo porque era el único punto fijo en medio de la tormenta, sentía que si lo soltaba se quebraría en mil pedazos.

Por su parte José, también se sentía de manera muy similar, quería ocuparse en algo, quizá si empezaba con manualidades de carpintería, poco a poco podría hacer todas las cosas que imaginaba e inventaba pero era una decisión de ambos, él no podría tomar el dinero que tenían sin que María lo consintiera, aunque fuera para conseguir más. Conocía a María y sabía que ella no se sentía bien y le dolía mucho que no pudieran dialogar y resolverlo, pero ella se negaba a hablar, regresó a la cocina y termino la comida, apagó el fuego y salió a caminar, quería darle su espacio para que no se sintiera atacada y por su parte él iría a aclarar sus pensamientos. Cada tarde cuando volvía del trabajo, pasaba cerca de una colina, la cual tenía un solo manzano, a veces cuando no había prisa se sentaba ahí a admirar la ciudad en la que vivían, a veces dibujaba en la tierra con una rama, garabateaba todas las ideas locas que tenía y luego las borraba; una vez se perdió tanto en sus dibujos que no notó que la luna estaba sobre él, al regresar a casa, le inventó a María que el trabajo se había alargado demasiado. Esa tarde en que él le daría espacio, decidió ir hacia la colina y sentarse bajo la sombra de aquel árbol, durante algunos minutos solo permaneció en silencio, temía que si decía algo pudiera ser fatídico, así que esperó a que su corazón se calmara.

El Evangelio perdido (Fanfic de Journey to Bethlehem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora