Haciendo nuevos amigos

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Uno se preguntaría porque una situación tan impactante fue permitida por el cielo, la honesta y única verdad es que José y María tenían que vivir eso, este punto definiría el futuro de ambos en esta historia, por un lado José prometió que haría lo que fuera por ambos y por el otro María solo se quedó observando preocupándose por él pero sin huir para salvarlo, dos decisiones que tendrían grandes consecuencias en el futuro.

Arcángel Gabriel, entrando en la estación: Buen día, Jefe

Dios: Gabriel, pasa, pasa; estoy ansioso por leer tu reporte. Dime lo que a tu percepción es lo más importante.

Arcángel Gabriel: bueno, su hijo no es muy sutil pero de a poco sabe ser obediente, José prometió que haría lo que fuera por cuidar a María y a Jesús y ella solo contempla al niño para estar en calma.

Dios: Realmente intenté darle la oportunidad a ambos pero veo que será imposible, quizá un segundo intento en unos años, si el libre albedrío de José lo lleva al mismo lugar tendremos que ejecutar el paso del plan, pero en algunos años.

Arcángel Gabriel: de acuerdo

Dios: ¿Cómo está Rafael?

Arcángel Gabriel: aún está algo conflictuado por lo que ocurrió. Se le ve triste pero ya se ha hecho a la idea, el mes que pasaron de regreso de Egipto le dio perspectiva y le mostró la valía del deber que cumple.

Dios: es bueno, Rafael sabe su deber y lo conozco lo suficiente para saber que pase lo que pase con su situación hará lo justo. ¿Ya han pensado que harán con Lucien y Estella?

Arcángel Gabriel: Hemos decidido que lo mejor por el momento es que continúen en la tarea que han ejecutado en los últimos años, las familias están juntas pero ¿Por cuanto? es probable que Isabel y Zacarías regresen al ruedo.

Dios: Si, es probable. Con el libre albedrío todo lo es. Gracias por el informe puedes volver a tu puesto.

Aquella noche, de regreso a casa, María tuvo dificultades para dormir, daba vueltas en la cama y cuando se rendía, se levantaba a ver a Jesús quien dormía tranquilamente, le acariciaba sus rizados cabellos o le apretaba gentilmente sus mejillas, lo veía dormir hasta que sus propios ojos se sentían cansados y regresaba a la cama a no poder dormir, en un par de ocasiones se despertó José y veía todo lo que ella sufría para dormir, la acompañaba un rato pero cuando volvían a la cama él se quedaba profundamente dormido.

Rebekah, preparando el desayuno: buenos días ¿Qué tal descansaron?

José, sentándose a la mesa: fue poco pero espero que ahora que tu hermana si se quedó dormida, descanse ¿Cuánto llevas despierta?

Rebekah, viendo hacia la ventana: ah, el ¿Amanecer? Jesús vino a despertarme, dijo que tenía hambre.

José, mirando alrededor: y ¿él dónde está?

Rebekah, señalando la cama improvisada que tenía en el piso: se quedó dormido hace poco, en mi cama, aproveche y preparé el desayuno.

José, sentándose a la mesa: Siento que te despierte.

Rebekah, sirviendo té: oh no es nada, él me dijo que no quería despertar a su mamá porque ella no había podido dormir, y así recupero el tiempo, digo, jamás pude cuidarlo siendo un bebé, al menos ahora me tiene confianza.

José, riendo sutilmente: demasiada, como si te conociera hace mucho.

Rebekah, haciendo una reverencia: Es un honor que nuestro Señor me quiera como su humilde sirviente.

José, viendo hacia donde el niño estaba: él no es así, quizá te considera una hermana mayor. Porque créeme que a nadie que no sean sus amigos, su primo, María o yo, les habla, tiene mucha pena de hablar con personas que no conoce, es muy tímido. 

El Evangelio perdido (Fanfic de Journey to Bethlehem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora