Canuto y Cornamenta Presentan: La Batalla del Basilisco. Parte 2

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Underground

Welcome to the circus

Power down

Are you feeling nervous?

Hold your breath

Something's creeping closer

La decisión de mantener a James en la oscuridad de la ignorancia sobre lo ocurrido durante esa noche, quema en la parte posterior de su cerebro. El dolor consiente de decidir entre lo humano y lo correcto, lo hace sentir sumamente enfermo.

Sirius cree tener razón al sentirse asqueado de sí mismo por permitirlo, y molesto con ellos, por hacerlo de cualquier forma.

—¡No es justo! No era nuestra decisión para tomar —sisea Sirius, desde su confinamiento en una de las esquinas del comedor en Potter's Manor.

—James no iba a sobrevivir a ese recuerdo, Sirius —dice Remus, con cansancio, su mirada fija en el diario abierto de par en par sobre la mesa.

Son casi las dos de la mañana.

Después de borrarle la memoria, Regulus decidió que sería más conveniente mantener a James en su habitación, bajo pociones para dormir y vigilándolo cada tanto, por si algo surgía de nuevo. Eligiendo, además, conservar y resguardar el diario él mismo, como medida de precaución. A Sirius se le negó tajantemente subir y acompañar a James, su varita fue confiscada y él recluido a una esquina bajo la vigilia constante de Peter. Remus y Regulus se han sumergido en un debate sin fin acerca del diario, conjurando hechizos y encantamientos en un intento por descifrar su naturaleza, mientras ondean sus varitas sobre la gastada piel del cuaderno. Nada funciona. Ninguno sabe qué es exactamente, y cómo ese simple objeto puede ser capaz de controlar a James, como si de una marioneta se tratase.

Las últimas horas, Sirius ha estado reviviendo cada momento y decisión que podría haber hecho diferente; las cosas que James les había ocultado, sus mentiras y secretos, su desconfianza. Ni siquiera esa horrible mañana donde la marca en el antebrazo de James les fue revelada, puede compararse con la miseria oscureciendo esta noche. Al menos entonces, Sirius sabía que el sacrificio fue por algo significativo. Aquí y ahora, solo era James ahogándose en la marea del sufrimiento.

<< El insaciable deseo de autodestruirse >>.

—Ustedes no lo saben -gruñe Sirius, por la que parece ser la centésima vez esa noche —. ¿Qué sucederá cuando despierte? Yo no le mentiré en la cara, no iré allá arriba y fingiré que está jodidamente bien el haberle borrado la puta memoria. ¡No merecía eso!

Regulus se burla, amargamente-. Merece poder cerrar los ojos por la noche sin qué la culpa trate de matarlo al dormir.

—No eres el indicado para decidir eso, Regulus.

—Sirius —interviene Peter, con cautela —. James jamás se habría perdonado el lastimarte o lastimar a Regulus. Es una suerte que no lo hayan convocado en ese estado -añade, tenso —. O después. Se habría matado allá afuera.

—No saben eso -insiste Sirius, pesadamente —. Él es más fuerte de lo que cualquiera de ustedes cree.

—Nadie discute eso —murmura Remus, alzando la mirada —, pero piénsalo. Lo único que mantiene a James cuerdo, es el propósito de mantener a quienes ama a salvo. Saber que estuvo a punto de matarte, matar a Regulus, lo habría destruido. James se guía por el corazón. Dejar esa memoria en su cabeza, era sentenciarlo a...

THE BLACK SUN: The love and the art of darknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora