Love doesn't discriminate
Between the sinners
And the saints
It takes and it takes and it takes
15 de agosto, 1977.
La segunda noche posterior a los eventos de la Cámara, James sabe que no puede continuar ignorando el ardor en su antebrazo y, por ende, a Voldemort.
El llamado ocurre durante su visita al lago, mientras su cuerpo letárgico flota sin propósito, dejándose arrastrar eventualmente hacia la oscura presión del fondo del agua. La afable sensación de resignación llenándolo, a medida que sus pulmones se vacían, consigue silenciar las voces, recuerdos y ecos de muerte latiendo en su cabeza el tiempo suficiente para mantener los vestigios de su cordura a flote. Al menos, hasta que la marca arde una vez más, tirando de James hacia la superficie, como una especie de fuerza invisible.
James sabe lo que eso significa.
El agotamiento pesa sobre sus hombros al resurgir, tomando una bocanada de aire. Al abrir los ojos para contemplar el brillo indiferente de las estrellas en el cielo, filtrándose entre las hojas de los árboles, abrazando el lago, James se pregunta cuanto tiempo debía permanecer bajo el agua hasta que la falta de aire se volviera insoportable. Se arrastra hacia la orilla, finas ramas incrustadas en la hierba raspan sus rodillas, mientras la brisa nocturna y la corriente de un hechizo de secado no verbal y sin varita golpea la piel desnuda de sus brazos y piernas, poniéndole la carne de gallina.
James extiende su mano para recoger la varita junto a sus gafas resguardadas en el interior de sus zapatos olvidados en el césped. Mientras se coloca los anteojos, lo único que queda en él, es el ruego silencioso para llegar a Grimmauld Place en una pieza antes de que el dolor de la marca termine por romperlo. El chasquido de la aparición hace latir la punzada en su sien. La hierba bajo sus manos y la solemnidad del bosque es reemplazada por una alfombra pesada y las paredes oscuras de su habitación en el hogar ancestral. Su cabello gotea sobre la madera pulida al ponerse de pie, sacudiéndose la ropa y avanzando hacia el clóset para buscar algo decente. James duda que Voldemort o los Black aprecien que se presente en la reunión vistiendo pantaloncillos cortos Muggle.
Escucha dos series de pasos deteniéndose en el umbral de la puerta abriéndose con un rechinido de las bisagras oxidadas. La magia llena la habitación, vibrando alrededor de James, tensa, podrida y sofocante. Un escalofrío sube por su columna, sus hombros se cuadran, rígidos y adoloridos mientras abre las puertas dobles del armario, dándole la espalda a la entrada y a las personas ahí. Sus dedos rozan con calma los ganchos donde cuelgan las túnicas pesadas y sombrías cuando la primera voz aguda rompe el silencio.
—¿Dónde has estado, niño? —sisea Walburga, en un tono que aconsejaba cautela
James la ignora. No necesita verla para adivinar su expresión; labios granates apretados y arrugas tensas en las esquinas de sus ojos gris acerado. Destilando decepción y amargura en cada poro. La sonrisa irónica se dibuja sobre sus labios antes de que James pueda detenerla.
—Hasta donde recuerdo, madame, lo que haga en mi tiempo libre no es de su incumbencia.
—James.
Walburga advierte, ese tono bailando entre ellos nuevamente, más urgente y pesado que antes. James distingue el sonido bajo de un silbido antes de que la sensación del Cruciatus se abra paso a través de su cuerpo, cortándolo como miles de cuchillas afiladas, buscando encajarse en sus huesos. Se muerde el interior de la mejilla, silenciando su grito. Sus uñas se clavan en los estantes, sus piernas flaquean y su espalda se curva en un ángulo doloroso con sus gafas deslizándose fuera de su rostro. El próximo latigazo de dolor, lo hace golpearse la frente contra el espejo adosado en el interior de una de las puertas del closet, mientras saborea el óxido de su propia sangre en su lengua y la familiar agonía.
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THE BLACK SUN: The love and the art of darkness
FanfictionJames Potter haría cualquier cosa por Sirius y Regulus. Cualquier cosa con tal de mantenerlos a salvo de la guerra, de los Black y de ellos mismos. Cualquier cosa por amor. Incluso convertirse en mortífago y heredero de la casa mágica más influyente...