«Porque el haberla encontrado hace que me dé cuenta de que estaba incompleto»
***
La vida de Willow se tornaba monótona entre la casa y el estudio. Aunque no le molestaba demasiado, no era como si quisiera alargarla.
Lo que no esperaba era que ciert...
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Jasper Hale...
En la enorme casa de madera con amplios ventanales que reemplazan algunas paredes, todos estamos reunidos en un sólo lugar.
Carlisle aprovechando su único día libre leyendo un libro, Esme hojeando una revista con calma a su lado, Edward escuchando cada nota salir del piano sin crear melodía alguna, Rosalie y Alice planificando atuendos en la computadora, Emmett y yo jugamos al ajedrez. O "compitiendo", mejor dicho.
Emmett empezaba a frustrarse por perder ya por cuarta vez, lo podía sentir. Su rostro trataba de estar sereno, aunque también se delataba al pasar su mano por sus cortos cabellos después de cada paso.
—Jaque mate —pronuncio con calma.
Si no estuvieran Carlisle y Esme, Emmett ya hubiera arrojado el tablero de ajedrez al aire.
—¿Pero perder no sabes? —me pregunta respirando profundo y con enojo.
—No —respondo como si nada.
Emmett me apunta con su índice izquierdo y después cierra sus dedos en un puño que también me señala.
—Quiere revancha —revela Edward, quien creí estaba perdido entre las notas del instrumento.
—Por supuesto —afirma Emmett.
—Pero Jazz no aceptará —ahora participa Alice. Y le doy la razón.
—Si fuera por Emmett estaríamos jugando ajedrez eternamente. Pero tengo cosas que hacer.
Me levanto ignorando las protestas de Emmett y subo a mi habitación. Estoy por cerrar la puerta cuando escucho los ligeros pies de Alice subir las escaleras, entonces dejo la puerta entreabierta, tomo un libro de mi estante y la espero en el sofá frente al mismo.
Alice entra con una precaución intrigante. La invito a sentarse a mi lado con un movimiento de cabeza.
—No es propio de tí tanto respeto —menciono al ver los varios centímetros de distancia que deja entre nosotros y la rigidez en su cuerpo. Además, el ser yo empático le juega en contra a su falsa sonrisa de tranquilidad, pues sé que no está tranquila.
—¿Dices que no soy respetuosa? —trata de parecer ofendida por su entonación. Le sonrío y ella ríe negando con la cabeza. —Oh, vamos... Al menos simula no saber que te diré algo importante.
Y es que así eran las cosas con Alice; ella sabía qué pensaba yo y yo sabía qué pensaba ella, sin necesidad del don de Edward. Por algo era mi amiga más cercana y querida.
—Puedes hablar de una vez, Alice. No me enojaré, si es eso lo que te preocupa.
—Ya lo prometiste —aunque fuera falso, no hablé más y esperé. —Tuve una visión anoche. No dije nada porque no quería bajarte el buen ánimo después de cazar, pero debes saberlo ahora —Alice hizo una pausa antes de revelar la visión. —Willow te querrá mucho, en un futuro no tan lejano, y tú la querrás a ella mucho antes. Pero el estar juntos podría ser, enexceso, peligroso...
