Weslie Taylor...
Ni estando en la recta final con el yeso debajo de mi rodilla que enfunda mi pie completo Willow se niega a dejarme caminar demasiado. Y no es sólo ella, sino también Finn, quien me carga para subir al auto, tras bajar de él, para subir las escaleras, para bajarlas... Aunque no es del todo malo, ¿cierto?.
Ese yeso que me hizo llorar al sentir mi pie afixiado y por arruinar mis oufits para las fiestas y el primer día de clases me estaba recompensando en gran manera.
Con el pie sobre la banca fuera del salón muchos amigos quisieron llenar el yeso con palabras coloridas y dibujos. Muy pronto mi ánimo (que ya era bastante bueno) mejoró.
Alice llegó a mí como si todo este tiempo supiera que estaba ahí con marcador en mano y una sonrisa de emoción.—¿Aún no es tarde para unirme? —se refiere a plasmas algún buen deseo o dibujo en el yeso.
Niego enseguida y le sonrío también.
—Siempre a tiempo, Alice.
Alice dibuja una rosa y escribe un “¡te amo!” con hermosa caligrafía.
Casi magnéticamente mis ojos conectan con los de Willow, quien se acerca por el pasillo a mi derecha. Ella me sonríe más no se apresura a llegar a mí, entonces me doy cuenta de que viene hablando con una rubia varios centímetros más alta que nosotras. La chica podría ser un monumento, uno que ya he visto antes.
—¡Rose, Low! —las llama con emoción Alice. Finalmente llegan delante mío y la rubia me escanea con la mirada de una forma nada disimulada. —¿Rose, ya conocías a Wess?.
—No, Alice —me tiende su mano y me enderezo innecesariamente antes de estrecharla con cuidado. —Soy Rosalie.
—Willow... Digo, Weslie —sonrío más. Me siento diminuta delante de la mirada dorada de Rosalie; ella podría ser mi nuevo ejemplo a seguir, quien sabe. Por otro lado, Willow me mira con ambas cejas alzadas y una expresión que mezcla sorpresa y burla. —Eres hermana de Alice, ¿cierto?.
—Así es —le echa una mirada rápida a la alegre hada junto a ella.
—Y gemela de Jasper, imagínate —añade Low acercándose para tomar asiento a mi lado. Ella levanta mi pie de la banca y lo pone sobre sus piernas.
—¿Son gemelos? —no me lo hubiera imaginado. Tendría que verlos a ambos detalladamente para encontrarles similitudes más allá que los ojos dorados y cabellos rubios.
—Desafortunadamente —responde ella.
Parece que Rosalie vino a buscar a Alice, porque ambas se despiden y se van tranquilamente luego de esa breve conversación.
Una vez que están lo suficientemente lejos volteo hacia mi hermana y trato de exigirle explicación con la mirada.
—Ya ni recordaba cómo te veías nerviosa, Weslie —se burla primero, luego se ríe estruendosamente. —«Willow... Digo, Weslie...» —Más carcajadas. —Hasta el nombre se te olvidó.
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Inmarcesible | Jasper Hale
Hayran Kurgu«Porque el haberla encontrado hace que me dé cuenta de que estaba incompleto» *** La vida de Willow se tornaba monótona entre la casa y el estudio. Aunque no le molestaba demasiado, no era como si quisiera alargarla. Lo que no esperaba era que ciert...