Diecisiete

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La primera vez que Jasper me trajo a casa nos despedimos a varios metros de la entrada y cuando con sus hermanos trajeron a Wess ni siquiera bajó del auto

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La primera vez que Jasper me trajo a casa nos despedimos a varios metros de la entrada y cuando con sus hermanos trajeron a Wess ni siquiera bajó del auto. Pero esta vez se quedó plantado a mi lado frente a la puerta, esperando a que toque el timbre.

Sería más cómodo también que se fuera ahora, porque él simple hecho de tenerlo a mi lado hace que mi rostro se encienda.

—No es necesario, Jazz. Huye mientras puedas —le repito ya por tercera vez.

—Soy responsable de tí hasta que lo sean tus padres —esta vez no bufo, suspiro. —Recuerda que me comprometí con ellos a traerte, así que no puedo irme sin saludarlos primero.

Me abstengo de decir algo más y toco el timbre rendida, echándome hacia atrás dos pasos para no quedar demasiado cerca cuando abran, cosa que ocurren en menos de nada. Me pregunto si habrán estando esperando a que lo hiciera...

Mis padres, ambos con rostros preocupados, abren la puerta de par en par. Mi madre me dedica una mirada punzante tan discreta que me da escalofríos, mientras que mi padre estira los brazos con emoción hacia mí para abrazarme.

Escucho como mamá saluda a Jasper y le agradece unas dos veces con un «gracias, muchas gracias». Apenas papá me libera y quedo mareada por el balanceo emotivo que añadió al abrazo ya estoy dentro de casa.

—Gracias Jasper, por rescatar a mi bebé —Will no aparta sus manos de mí. No, no, no. Ahora pone su brazo izquierdo en mis hombros y me sigue manteniendo cerca suyo. —¿Estaba perdida?

Aunque papá es bastante amoroso y consentidor no me pregunta a mí, eso porque sabe que le diré un "sí", entonces le pregunta al responsable caballero delante de nosotros que seguro no mentirá.

—Mmm... algo así, señor —no miente, pero tampoco me delata.

—¿Y estaba sóla? —mamá no se queda atrás.

Jasper me mira un segundo y sólo trago saliva. No estaría mal decir que estaba  sola, sólo que decirlo traería más preguntas.

—Con uno de sus amigos, supongo. ¿No? —me pregunta a mí y asiento enérgicamente.

—Oh, sí. Con varios, de hecho. Sólo que después me separé del grupo un poquitín —miro a mis padres fingiendo tranquilidad mientras ellos también lo hacen. —Perdónenme por no cumplir con lo acordado —la sonrisa no me dura mucho, es que quería pedirles perdón antes de que se volvieran fieras (sobretodo una).

—No nos pidas perdón a nosotros, Willow —por supuesto que Diana Taylor no va a dejarme ir tan rápido. —Pídeselo a Jasper que fué quien se molestó en buscarte. Es un alivio que conozca Seattle.

Tiene razón, tiene toda la razón, pero me da vergüenza hacerlo. Y casi se me escapa una risa por lo último. ¿Jasper conoce a Seattle? Debe conocerlo tanto como yo, porque el GPS fué quien nos guió por todo el camino.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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Inmarcesible | Jasper Hale Donde viven las historias. Descúbrelo ahora