Tomo III
Con la llegada de un nuevo inquilino, Maddy se encuentra en un dilema entre ayudar a su hermano Max a convertirse en un vampiro centrado para pronto unirse a su nueva raza y entre abandonar toda su humanidad; pues una parte de ella como Dr...
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No podía dejar de mover los dedos de mis pies al estar a punto de entrar por la puerta grande donde todo el mundo estaba esperando la llegada de los nuevos reyes de Valfart. Gastón se miraba guapísimo con el traje guida que combinaba a la perfección con mi vestido, por lo que me enteré unos días antes en lo que confeccionaban mi vestido con las medidas exactas, este era el color tradicional de las vestimentas reales.
Joder.
Cuanta estructura y regla.
Los mismos detalles en dorado resplandecían en su traje, ambos llevábamos guantes de piel en un tono marrón muy oscuro—solo en la mano que no ocultaba nuestras argollas de matrimonio—casi del tono guinda de nuestros trajes.
—Te ves preciosa con la indumentaria real de Valfart.
Sonreí, su acento alemán sonaba mucho más encantador.
—No está mal.
Frunció el entrecejo y tomó mi mano.
—Es nuestra entrada oficial como futuros gobernantes ¿Nerviosa?
Tragué saliva y parpadeé un par de veces antes de responder, pocas situaciones en mi vida me habían puesto nerviosa, esta es una de ellas.
—De nada me sirve mentirte porque de todas formas lo sabrás.
—Lo harás bien.
Asentí.
Todo nuestro personal ajustaba mínimos detalles hasta que tomamos nuestras manos para quedar frente a la puerta grande. La Corte Real nos esperaba del otro lado para iniciar la ceremonia de coronación.
—Y ahora, mostrando nuestro total respeto a sus presencias, Gastón y Madeleine Le Revna, príncipe y princesa y futuros rey y reina de nuestra querida Valfart.
Las puertas se abrieron y una ola de aplausos y música orquestal sonaron en cuanto caminamos por la alfombra dorada.
«Un paso a la vez, un paso a la vez. Lo ensayaste por dos semanas consecutivas, Maddy. Un paso a la vez.»
Max y Constanz estaban justo al frente como parte de nuestra pequeña familia real, las gárgolas mantenían un distancia prudente como guardias reales del castillo negro, con vestimentas oscuras y detalles discretos en dorado, sus versiones como humanos se miraban a un nivel superior al estar en sus orígenes como guardianes de Valfart.
La cabeza al frente y mostrándome segura, como la princesa que ahora soy, no bajar los hombros y no agachar la cabeza. Orgullosa, poderosa y delicada.
Nos esperaban los altos mandos de la Corte Real para empezar con el procedimiento de coronación. Subimos los escalones—que en lo personal era lo más lento para mí—, Gastón soltó mi mano para colocarnos frente a nuestros tronos y esperar lo siguiente en silencio.
Pecho firme, espalda recta y la cabeza muy en alto. Un vampiro con un traje guinda más oscuro que nuestro tono se acercó, por su melena plateada y piel arrugada identifiqué que era el líder de la Corte Real, él es quien llevaría a cabo la coronación.
