Nota 13

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No es "hacer el amor"

Está expresión me genera tanto malestar, un mal trago de saliva.

No es que yo sea experta en este término, más diría que soy la contraparte de todo lo que podría interpretarse como amor, pero para mí, este término, está expresión, este juego de palabras me parece una verdadera porquería.

Primero y principal porque jamás debería ponerse la palabra amor para algo tan bajo y tan común como el sexo.

El sexo no es amor.

El amor no está en la respiraciones desesperadas por quitarse la ropa, ni la humedad casi empalagosa de los labios al chocar, ni el pito cuando se hincha ni la vagina cuando late y se moja ansiosa y expectante por invasión, ni la manera en la que el líquido prenatal sale del glande y empezá a humedecer la punta hasta meterlo entero, sin tapujos, sin titubear, y lo saca y lo vuelve a meter, hasta dar con un vaivén de caderas interminables, condenado, rápido, duro, suave o lento. En esas respiraciones que van cada vez más rápidos, en pupilas dilatas, en corazones acelerados a punto del colapso, las contracciones de los vientres y luego el orgasmo...

No, eso no es hacer el amor. No te engañes.

Eso es lo que se lee, así se describe el sexo, el coito, la reproducción humana. El contacto de dos cuerpos unidos principalmente por el deseo, independientemente, si se siente amor o no.

En cambio amor... lo describo yo a lo que sucede después del suceso.

Después del sexo me viste con cuidado, como si hace unos minutos no me hubiese penetrado tan fuerte y tan duro como para hacerme doblar y quebrarme en sus brazos. Me da besos tiernos en la nariz, en mis cachetes, en las esquinas de mis labios dónde aún sigue derramada la sombra de su saliva. Me acaricia la línea de la espalda con delicadeza, por la piel tersa y lisa con mi pecho pegado al suyo y los latidos acompasados de nuestros corazones casi latiendo a la par, mientras nuestras respiraciones se calman tanto que se mezclan en un compás pausado y tranquilo, hasta quedarnos dormidos, conmigo entre sus brazos grandes con el “Te amo” escapado de sus labios en un suspiro... y despertar así, en la misma posición con una sonrisa de alivio en los labios por saber que no es un sueño.

No sé, pero para mí, eso... sí es hacer el amor.

Notas de una mente BizarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora