Nota 14

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Cumpleaños

No me parece nada anormal ni dramático ni depresivo una persona que no le guste su cumpleaños.

O sea, yo creo que es lo más común hoy en día. Yo no he conocido a una persona que le guste verdaderamente el aniversario de su nacimiento, porque en realidad no hacen nada de lo que le guste ese día.

Los felicitan, le cantan, le pican una torta, invitan a gente que les cae peor que mal solo con la excusa de que “son familia”. ¿Y luego qué? Nada, seguir con tu vida con un nuevo número en tu carta de presentación.

Hay casos peores; como la gente que publica absolutamente TODO lo que hacen ese día. Desde cómo lo despertaron hasta el club donde seguro pagaron para que le llevarán esa torta (pastel) “sorpresa”. En realidad no lo disfrutan, solo crean promoción o popularidad presumiendo... ¿qué exactamente? ¿Que vas un club por tu cumpleaños? No es necesario que lo sea para hacerlo.

A mí me da igual lo que hagas ese día, me importa un culo si me invitas al igual que te importa tres hectáreas de mierda si yo te invito. A mí lo que me es relavante, lo que de verdad para mí tiene más lógica es si te divertiste, si la pasaste bien ese día, si disfrutaste lo que hiciste o lo que no hiciste.

Por eso hay tanta gente que odia sus cumpleaños, lo convirtieron en algo monótono, algo repetido, algo igual, algo absurdo. Algo de lo que todo el mundo se aburre y lo terminan repudiando por el simple hecho de que es igual.

Hay gente que ni siquiera le gusta ir a esos clubes o a la playa, a una piscina, viajar al Amazonas o comer esas donas horribles que hace mi tía, pero de todas formas solo suben presumiendo que ya tiene cierta edad, mira qué bello el hotel donde estoy, mira qué feliz me siento, mira yo sí disfruto.

¡Dígame los 15! Que vaina tan horrible.

En lo personal, a mí no me gusta mi cumpleaños; lo detesto porque no me creo con derecho de amarlo. Odié muchas veces mi vida, incluso llegué a intentar quitarmela ¿con qué cara voy a llegar y decir que me encanta mi cumpleaños si muchas veces deseé no cumplir más?

Sería una hipócrita conmigo misma.

Pero algo dentro de mí, quizás la niña que siempre disfrutó sus fiestas y amó su día como una loca empedernida, impide que la pase mal. Coño, paso todo el año como una maldita psicótica, depresiva y pesimista, ¿y en mi vuelta al sol también lo voy a ser? Que coñoemadre, de verdad.

Pero le quite la palabra cumpleaños y le puse “Mi Día de Libertad”. Porque el día en que este cumpliendo años ese día es el que voy a disfrutar justo en ese momento. Sin cumplir nada, sin velas, ni familiares que me caigan mal, ni compromisos, ni redes hasta que me dé la puta gana de subir lo que haga, solo yo, tal vez mi mamá y mi hermana, pero seré solo yo haciendo lo que quiera. Puede ser en un viaje a los médanos de coro, estar en una guarimba lanzando botellas a los carros, a la playa de Morrocoy intentando perder mi miedo al océano o simplemente no haber salido de mi casa, solo leyendo y escribiendo porquería.

De lo que sí estoy segura es que ese día quiero ser lo más libre posible como todo el mundo debe tener un día así, independientemente de si es importante o no, para ser libre, hacer lo que quiera, llenar de polémicas a la gente, darle la espalda al mundo y pararte frente a tí.

Quererte, al menos una vez.

Notas de una mente BizarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora