—El contrato es igual al que ha aceptado en ocasiones previas, excepto, por supuesto, que he incluido en este caso los detalles de la sentencia del chico —dijo el director Thomson, colocando una hoja de papel ante Jimin sobre el escritorio. —Estoy seguro de que lo encontrará todo correcto. —Quedaba claro que estaba sumamente ansioso por conseguir la firma del documento lo antes posible y por recibir su pago.
—Estoy seguro de que así es —replicó Jimin. —Pero sentaría un ejemplo poco aceptable que lo firmara sin antes leerlo. Uno siempre debe leer un documento en su totalidad antes de estampar su firma en él —instruyó a Jack. Con aquello empezó a leer cuidadosamente el contrato.
—Y bien, mozalbete, hoy es un día venturoso para ti, ¿verdad que sí? —preguntó el director Thomson, en un intento poco convincente de llenar un incómodo silencio.
Jack no dijo nada.
Jimin alzó la vista para mirar al muchacho, que miraba con atención al corredor que quedaba detrás de la puerta de entrada al despacho del director, aparentemente absorto en la visión del carcelero Sim, ocupado en apilar cuencos con restos de gachas en una pesada bandeja. Posiblemente, reflexiono Jimin, el muchacho estaba considerando lo cerca que había estado de morir a palos, a manos de aquel horrible hombre.
—Jack, debes responder cuando alguien te hace una pregunta —le indicó con amabilidad.
Jack lo miró pestañeando con confusión.
—¿Qué?
—En una conversación educada no decimos «qué», decimos «perdón» —corrigió Jimin, decidiendo que era un momento tan bueno como cualquier otro para empezar a pulir los modales del muchacho.
Él lo miró como si estuviera loco.
—¿De qué está hablando?
—El director Thomson te estaba hablando —explicó Jimin, y decidió dejar a un lado por el momento la cuestión del uso del «qué» en lugar del «perdón».
—¿Y qué ha dicho? —preguntó, sin molestarse en mirar al director de la prisión.
Más tarde le explicaría que era de mala educación hablar de alguien presente como si no se encontrara allí.
—Él te ha preguntado si te parecía una suerte irte de este sitio conmigo —explicó, comprendiendo que a lo mejor no entendía la palabra «venturoso».
Jack se encogió de hombros.
—Cualquier cosa es mejor que esta cloaca repugnante.
Las cejas grises del director Thomson se alzaron bruscamente y su rostro se enrojeció de indignación.
—Vaya, condenado ingrato...
—Tienes bastante razón —intercedió Jimin, sin inquietarse por la hosca indiferencia del muchacho ni por su elección subida de tono del vocabulario. En todo caso, tenía que admitir que era sincero. —Cualquier cosa es mejor que esto. —Le sonrió, luego procedió a estudiar el contrato.
Jack, con aspecto de estar hastiado, se dejó caer pesadamente sobre la silla y empezó a dar golpes contra las patas elegantemente talladas con los talones de sus botas cubiertas de barro.
—¡Pero, bueno, para ya, vas a marcarme la madera! —protestó el director.
Jack se encogió de hombros.
—No es más que una silla.
—¡Tal vez para ti sólo sea una silla, cochino rufián, pero es caoba maciza y costó más de lo que tú ganarás honradamente en toda tu vida! —soltó el gobernador con rudeza.
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Corazón Prisionero x Kookmin +18
FanficEn el pasado fue un hombre poderoso. Ahora es sólo un asesino convicto. Jungkook, marqués de Jeon, sabe que no hay forma posible de librarse de la soga del verdugo. Pero está equivocado y un misterioso joven aparece en su tenebrosa celda y al amparo...