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Habían pasado 2 horas, el nunca volvió al aeropuerto, ambos chicos miraban angustiados a la chica.

— ¿Tenés donde ir? — Pregunto Rodrigo mientras la miraba fijamente.

— No, no se en que hotel nos íbamos a alojar — Tallo su brazo nerviosa mientras miraba a ambos argentinos.

Rodrigo trataba de buscar una forma para que ella contactara con Alexis, pero ella no se sabía su teléfono de memoria y mucho menos sabía dónde estaba o tenía conocidos aquí.

— No te preocupes Rodrigo, me quedaré aquí y si tarda mucho iré a un hotel y allí me quedaré, después regresaré al aeropuerto temprano y es probable que el ya esté aquí — Sonrio tratando de demostrarle que todo estaba bien.

— Boluda pero si hace un par de horas dijiste que no tenés dinero, ¿Cómo pensas buscar un lugar donde dormir? — Se cruzó de brazos el más alto mientras la veía.

Ella se quedó en silencio por unos momentos, tenía razón, pero se sentía muy avergonzada justo ahora como para pedirles más ayuda, eso sería un abuso.

— Vení con nosotros, estamos rentando una casa cercas de acá, podés quedarte está noche y en cuanto tu celular tenga batería podés marcarle al pibe — Ofreció mientras miraba a la chica.

Lo pensó un poco, era una buena idea, aún que tampoco se sentía tan cómoda, llevaban ayudándola desde que la vieron.

Por otro lado Rodrigo estaba emocionado por la idea que su amigo había dado.

— Es una re buena idea, veni con nosotros _____, por favor, no te queremos dejar acá sola — Suplico el chico más bajo mientras la miraba.

Era una buena opción, además no sabía que podía pasar si se quedaba en el aeropuerto.

Soltó un suspiro y asintió rendida mientras sonreia.

— Bien, iré con ustedes, pero solo por esta noche, no quiero seguir abusando de ustedes — Ambos chicos celebraron al oír la respuesta de la chica.

— ¡Vamo! Pediré un taxi, en un momento vamos para la casa — Sonrió Rodrigo mientras sacaba su celular y pedía un taxi.

Mientras tanto Iván miraba a la chica con una leve sonrisa.

— Vos no te preocupes, seguro el chabón vendrá por ti mañana, mientras podés sentirte segura con nosotros — Puso su mano en la cabeza de la chica y revolvió un poco sus cabellos.

Ella solto una pequeña risa y asintió.

Pasaron algunos minutos hasta que Rodrigo aviso que ya había llegado el taxi.

La chica soltó un suspiro pesado y tomo su maleta junto a su mochila, estaba dispuesta a caminar hasta que sintió como alguien la tomaba del brazo.

— Para, podés lastimarte, no has comido bien, deja que yo lleve tus cosas — Tomo la mochila de la chica y se la puso, para posteriormente tomar la maleta y llevarla hasta el carro.

No pudo evitar esbozar una sonrisa, fue detrás de ambos argentinos bastante feliz y agradecida por toda la ayuda que le estaban brindando.

Al ya subir al carro Rodrigo se había puesto de copiloto, mientras que ella e ivan se quedaban en los asientos de atrás.

— No tardaremos mucho, está cerca de aquí, solo que Rodri es un exagerado — Se cruzó de brazos mientras miraba a su amigo.

— Y que querés, si voz me hiciste venir hasta acá por qué según tenías ganas de comer hasta acá, si bien que podemos comer en casa — Se defendió mientras nos miraba por el retrovisor.

— Y bue, quería comer acá — Soltó una leve risa y miro a la chica.

Ella estaba mirando abajo, mientras pensaba en la situación.

No podía evitar sentirse un poco abrumada por todo, muy en el fondo sentía que en realidad no le importaba en absoluto al chico del gorro.

Que tal vez solo la estaba ayudando por pena, no, la ayudaba por obligación, por el acto imprudente que cometieron los dos.

Era como si sintiera un vacío en su pecho, sintió como su estómago se revolvía, tapo su boca de manera rápida.

— Che ______ ¿Estás bien? — Pregunto el chico a su lado, mientras la miraba preocupado.

— Si, solo.. son mareos, no es nada — Lo miro y le sonrió.

Miro de nuevo por la ventana y al parecer ya iban llegando, era una casa enorme, tenía un estilo como si fuera de una mansión.

— Bueno ______, bienvenida a la casa Madrid — Dijo Rodrigo cuando ya se habia detenido el auto.

La chica miraba todo muy asombrada, nunca había visto una casa así tan de cercas.

— Vení, debes estar muy cansada — Hablo el más bajo mientras salía del auto.

Por otro lado Iván ya había salido por la otra puerta así que fue hasta la puerta de ella para abrirla y ayudarla a salir.

Ella sonrió y tomo su mano saliendo con cuidado del coche.

— Gracias, no era necesario — Tallo un poco su brazo mostrándose vanidosa.

— Por vos todo es necesario — Le sonrió levemente.

Rodrigo solo se quedó mirando la escena con una cara de confusión.

— Bien, entra a la casa con Rodri, yo meto las maletas — La chica asintió y junto a Rodrigo entraron a la casa.

Era un lugar bastante grande, pero al ya ser tarde estaba a oscuras todo el lugar.

— Perdón, no podemos prender todas las luces porque tal vez algunos más estén dormidos, pero te voy guiando — Dijo entre susurros mientras tomo de la muñeca a la chica, sin lastimarla o incomodarla.

La fue guiando por los pasillos, la visibilidad era muy escasa, pero podia ver qué habían varias cosas en el lugar.

Incluso observo un lugar donde había un tipo de oficina, solo que en una gran habitación.

No le veía mucha lógica a eso, paro de mirar las cosas en cuanto el de ojos verdes se detuvo.

— Bien, vos te podés quedar acá — Saco un cargador de su mochila y se lo entrego a ella.

— Para que cargues tu celular y en un momento viene Iván con tus cosas — Pudo ver su sonrisa a pesar de la oscuridad en el pasillo.

Ella también sonrió y asintio con la cabeza.

— Muchas gracias Rodri, mañana hablamos, descansa — Pudo sentir como le daba unas palmaditas en la cabeza y después se fue de allí.

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⏰ Última actualización: Jul 15 ⏰

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𝐋𝐚 𝐕𝐮𝐞𝐥𝐭𝐚 𝐀𝐥 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐨 || Quackity X TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora