𝔓𝔞𝔠𝔱𝔬 𝔡𝔢 𝔖𝔞𝔫𝔤𝔯𝔢 (Grindeldore)

05

-Sí, lo es, ¿Qué fué lo que te hizo querer destruir la ciudad?- El castaño parecía querer concentrarse en lo que había pasado anteriormente.
-Mira, mi magia es diferente a la de los demás, y no, no me creo alguien "incomprendido", solo... Soy un error de laboratorio- Percival sonrió de manera juguetona, levantándose y caminando hacia Newt, quien seguía apuntándole -Deberías llamar al tal Dumbledore antes de que decida irme, señorito pecas- El más joven parecía divertirse, jugar con la mente de personas tímidas era muy gracioso.
Al pasar de unos minutos el ambiente se calmó, sin duda el sentido de humor de el cobrizo era muy buena para relajar, ahora se encontraba recorriendo la habitación, viendo todo con curiosidad, era como un niño pequeño que preguntaba por la más mínima cosa.
-¿A dónde lleva esa puerta?- Le pregunta al mayor mientras señala una puerta de madera, posiblemente abeto, que estaba al final, de la Sala de estar.
-Ahí están mis criaturas- Le responde mientras se acerca a él- Iremos a ver al profesor Dumbledore, será mejor hablar esto en persona que por una carta.
- Está bien, oye, ¿Eres un magizoologo? ¿O algo así?- dice mientras se acerca para tomar su brazo, esperando a que aparecieran.
-Sí, mi madre criaba Hipogrifos, por eso me gustan las criaturas-
Antes de que Percival pudiera contestarle, aparecieron a las afueras de Hogwarts.
-O-oye, no sería malo que avisaras cuando vamos a aparecer, a este paso voy a acabar... Vomitando- Percival se quedó en shock al ver al frente, ¿Qué se suponía que estaba viendo? -¿Ésto es... una escuela?- El cobrizo se separó de Newt y dió algunos pasos al frente, viendo todo con ilusión.
-Sí, es la mejor escuela de magia y hechicería del mundo-
-¿Tú estudiaste aquí?- Pregunta volviéndolo a ver.
-Sí, toda mi familia ha estudiado aquí- Percival rió un poco -Con razón lo dices-
Al final de el puente se pudo divisar a un hombre, no se apreciaba muy bien, su rostro, usaba un traje color beige junto a una camisa de vestir blanca y corbata y zapatos negros.
-¿Ese es Dumbledore?-Dice apretando su pecho con algo de dolor, su magia se estaba volviendo loca.
Newt empezó a con arreglo hacia el castillo, topando a Albus de frente, Percival lo siguió con algo de lentitud, la magia... No, la sangre de ese hombre lo hacía sentir algo extraño.
-Newt, es un placer verte, ¿A qué se debe esta inesperada visita?- Dumbledore le sonrió a Newt con amabilidad.
-Profesor, lamento si lo molesto, pero ha pasado algo... Grave y creí que lo más correcto era venir con usted- Le explica mientras voltea a ver a Percival, el cuál hizo contacto visual con Albus, ambos quedando inmóviles al instante.
-¿Q...Quién es... Este muchacho Newt?- Pregunta Dumbledore en estado de shock, sentía la vieja cicatriz de su mano arder, su magia agitarse.

Volviendo a Austria, en el castillo Nurmengard, Grindelwald caminaba por los pasillos con rapidez.
-Vinda, manda a buscar a Percival en este mismo instante- le dice a la azabache con seriedad y disimulado enojo.
-¿Le ha pasado algo, señor?- pregunta de manera cautelosa, acercándose a Gellert.
-Solo ve y buscalo, no puede estar solo en Londres-
El albino salió de la sala, se le notaba frustrado, un recuerdo pasó por su mente, una visión, Percival frente a aquel hombre que compartía el Pacto que ahora apretaba con fuerza.
-Si logra liberar los recuerdos, todo se arruinará- Pensó Gellert mientras desaparecía del Castillo, durante años había logrado mantener a Percival bajo su control, Dumbledore no podría cambiar eso, no lo permitiría.