Percival aún se encontraba en su habitación, procesando lo que había pasado anteriormente, no podía creer que su padre lo había abrazado, todo parecía un sueño, uno particularmente extraño, aunque seguía algo confundido de por qué su padre se había enojado tanto, después de todo no era la primera vez que salía sin avisar, ni mucho menos a verse con alguien. No era secreto para nadie que Percival había iniciado su vida sexual desde hace ya bastantes años, y a Gellert nunca pareció preocuparle esto, por lo que se le hacía extraño que ahora le reclamara por salir.
-¿Habrá sido por algo más?- pregunta en voz algo baja mientras se desabrocha la camisa con cuidado, seguido por el pantalón y boxer, tomó las ropas y las colocó a un lado para caminar con lentitud a la ducha mientras colocaba algunos mechones rebeldes detrás de su oreja, hace ya tiempo que no lo cortaba. Dejó que el agua tibia se deslizara por su blanca y suave piel, intentando relajarse y no pensar más en su padre, tocó su golpeada mejilla, soltando un quejido, aún dolía y bastante.
-No sería mala idea irme... Aunque no tengo a donde quedarme y lo mas seguro es que padre me encuentre en menos de 24 horas- Suspiró con frustración y cerró los ojos, sólo quería llorar, sentía un horrible nudo en su pecho desde hace rato y no desaparecía.
Percival abrió los ojos y tomó las pócimas con las que se duchaba, eran bastante útiles a su parecer, talló su cuerpo con algo de fuerza, se sentía fatal.
-¿Cómo puede tener tanta fuerza?- Reprocha con un pequeño puchero mientras se acaricia la mejilla - Hmm... Tal vez sólo estoy exagerando-
Talló un poco más por todo su cuerpo, asegurándose de quedar completamente limpio, suspiró una última vez para acercarse al agua, dejando que los residuos de las pócimas se lavaran.
Una vez su cuerpo estuvo lo suficientemente aseado el joven salió de la ducha y tomó un paño que estaba cerca, secándose con cuidado mientras salía a su habitación, no le preocupaba mucho cubrirse, sólo se sentó en la cama, tirando el paño a un lado con intenciones de posteriormente acostarse, siendo interrumpido por el sonido de algo cayendo, giró con rapidez su cuello para buscar con la mirada lo que se había caído y se levantó de inmediato al ver lo que era.
Un pequeño marco con una foto de él y su padre, había sido cuando cumplió los 10 años, Grindelwald apretaba con fuerza su hombro, no fué un momento muy lindo, mas era de los pocos en los que se pudo acercar al mayor y sentir su tacto, en sus ojos se reflejaba la emoción que sentía, era lo que le daba vida a la lúgubre foto. La tomó con cuidado.
-Que bueno que no se quebró- susurra mientras acaricia el vidrio -Tal vez la deba de poner en otro lugar... O guardarla-
Una pequeña lágrima amenazó con salir de sus cuencas mientras forzaba una sonrisa.
-Siempre tan sentimental- Se escuchó la gruesa voz del albino, haciendo brincar asustado al menor.
-Padre, ¿Qué haces aquí?- Preguntó con sorpresa mientras ponía la foto en el escritorio y tomaba el paño, cruzándolo a su pecho.
-Vengo a negociar... Hijo- Se adentró a la habitación, cerrando la puerta detrás de él.
-¿Sobre qué?- Su voz tiembla ligeramente, llevando por instinto a la mejilla golpeada anteriormente.
-Estuve pensando en algunas cosas que tal vez te agraden, beneficien, como quieras decirle- sonrió levemente y se detuvo frente al menor, acariciando sus ondulados cabellos naranjas.
-¿Es... Sobre lo de hoy?- pregunta frotando levemente su cabeza contra la mano de su padre, siempre le había agradado esa acción.
-Así es, sobre tu libertad, para ser más preciso-
-No me dejarás salir... ¿Es así?-
-No, al contrario, podrás salir todo lo que quieras, pero, bajo ciertas reglas- le susurra con sigilo, siendo eligiendo cuidadosamente sus palabras.
-¿Cuáles reglas?-
-Quiero que me digas dónde y con quién estarás, con qué fin es la salida y lo más importante- Su voz se hace más gruesa y un poco ronca- No te volverás a quitar el collar que te di- dice mientras saca un collar de las reliquias de la muerte, el cuál Percival lo había "perdido".
-¿Cómo...? - dice nervioso, siendo jalado por el cuello hacia el cuerpo de su padre, el cuál le colocó el collar y lo apartó.
-Sabes que no me puedes mentir, Percival, ten cuidado cuando pienses hacerlo-El mayor conectó sus miradas en señal de advertencia y salió de la habitación, dejando a Percival solo y con nerviosismo, no sabía muy bien qué había pasado, lo que tenía en claro era que tenía que ser mucho más cuidadoso con sus acciones de ahora en adelante, necesitaba un justificante para poder salir con más tranquilidad, no se iba a arriesgar.
Percival se dejó caer en la amplia cama, tirando el paño al piso y acostándose, pensando en qué hacer ahora, las cosas se habían complicado de imprevisto.
-Puedo enviarles cartas pero... Dudo que soporte estar con mi padre mucho tiempo- soltó un soplo con frustración y cerró los ojos, deseaba que todo se arreglara.
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𝔓𝔞𝔠𝔱𝔬 𝔡𝔢 𝔖𝔞𝔫𝔤𝔯𝔢 (Grindeldore)
FanfictionEn el verano de 1899, Dumbledore y Grindelwald crearon un Pacto de Sangre, magia joven y sin duda, una de las más poderosas de todas, al hacer tal Pacto, se creó un bebé, el cuál cambiará el mundo mágico y sus ideales.