Percival se dirigió a la salida, viendo a un tipo (Que supuso era el traidor) bajo el maleficio Cruciatus, con desagrado retrocedió un poco para no ver lo que pasaba, nunca había empatizado con torturar, ¿Lo había hecho? Sí, bajo órdenes de su padre, mas no por voluntad propia, le parecía repugnante.
-P... Padre - la voz del joven salió a fuerza, respiró profundo y caminó al frente- ¿Crees que puedas dejar ésto? Necesito hablar contigo-
El Albino lo observó, sonriendo disimulamente para bajar la varita -Encarguense de él- el mayor caminó hacia Percival, tomándolo con firmeza del hombro para salir de ahí, caminando al interior, parecía planear algo, o tal vez sólo era paranoia por parte del pelirrojo, quién sabe.
-¿De qué quieres hablar? - Ambos llegan al salón principal, al entrar, los seguidores que se encontraban ahí salieron.
-Parecen perros entrenados - Pensó el más joven mientras se detiene frente al ventanal que daba a los Alpes -Yo... Quería saber si puedo volver a las misiones... Con los demás - La mente de Percival estaba quedando en blanco, se sentía raro.
-Nunca te ha gustado convivir con mis seguidores, ¿A qué se debe el interés? -La mano del padre se dirigió al cabello contrario, admirando algunas hebras blancas entre el abundante naranja.
-Digamos que quiero acercarme a alguien, no tiene mucha importancia, sólo es... -
-Un juego - Gellert le arrebató las palabras al menor con algo de diversión, notando los latidos de Percival acelerarse.
-Si... Si, eso, un juego, y bueno... ¿Podré hacer algunas misiones? - Inclinó un poco su cabeza, pegándola a la mano de su padre.
-Dime quién es-
-Bueno, nunca le he hablado directamente, puedes revisar mis recuerdos - Percival bloqueó lo relacionado con Dumbledore y Scamander, dejando que Gellert viera lo demás.
El recuerdo de percival hablando con aquel hombre revivió.
Era un tipo alto de cabello por los hombros de color marrón oscuro, su piel morena junto a un par de cuencas obscuras, siendo también de un color café profundo e hipnotizante, se podían notar algunas marcas en su cuello y manos que podrían ser quemaduras, la diferencia de edad era notable pero, ¿Desde cuándo eso importaba?
Percival sabía que era arriesgado, si era un seguidor de su padre era peligroso, y aunque también sabía que él era mucho más poderoso, no era malo tener cuidado con sus acciones. Además, podía aprovechar para saber qué ocurría con Grindelwald, si le había puesto todas esas normas para lograr salir era porque sospechaba algo, tal vez se había dado cuenta de que había hablado con Dumbledore, podrían incluso conocerse o saber sobre...
-Percival - La voz de Gellert sonó más fuerte - Ponme atención-
-S... Sí, te escucho - el menor salió de sus pensamientos, poniendo atención a las palabras de su padre.-Podrás acercarte a él, pero recuerda, es un juego y no debes tener ninguna emoción que no sea lujuria, ¿De acuerdo? Ten cuidado con lo que haces -
-Lo sé padre, me enseñaste muy bien cómo son éstas cosas - Y encerio le enseñó bien -Iré al bosque un rato con Antonio, por si me necesitas -Percival salió del Salón para posteriormente chiflar, inmediatamente el pequeño chupacabras bajó de su habitación con rapidez hasta él, brincando a su cuello.
-Vamos a dar un paseo Antonio, siempre sales a cazar sin mí- Percival le acarició la cabeza con cariño, tal vez debería buscar a aquel hombre, aunque no quería ser tan acosador -¿Me ayudarás con mi nuevo plan? Antonio- le dice sonriendo, caminó con tranquilidad hacia el bosque, la nieve era algo molesta en los zapatos pero tampoco era imposible caminar -Tal vez vivamos en otro lugar An, ¿Te gustaría vivir en un castillo más grande?- Sus ojos se perdieron entre los árboles y la nieve, le encantaba ese bosque.
-Joven Percival, ¿Disfruta del aire fresco?- La piel del menor se erizó al sufrir algunos escalofríos en su cuello, rápidamente se dió la vuelta, sonriendo de manera juguetona al verlo.
-Que inicie el juego- Pensó el pelirrojo, acercándose un poco al hombre frente a él -Así es, ¿Gusta acompañarme? Señor... -
-Smith, Alexander Smith , joven Percival-
-Un nombre algo... Común pero, atractivo, y por favor, dígame sólo Percival, no hace falta ser formales. ¿Qué lo trae por aquí?- Su cabeza se inclinó levemente a la derecha, dejando su cuello descubierto, eso siempre funcionaba.
-Lo ví caminar hacia acá y me dió curiosidad... Percival- Caminó junto al más joven, recostandose en uno de los árboles.
-Hm la curiosidad puede ser algo peligrosa, Alexander- Sonrió mientras bajaba a Antonio, así podía ir a cazar.
-Eso es... ¿Un Chupacabras? Nunca había visto uno ser tan dócil-
-Mi padre me lo dió estando bebé, así que está acostumbrado a mí, su nombre es Antonio, te caerá bien-
La criatura se frotó en la pierna de Percival para posteriormente correr al interior del bosque en busca de un animal que cazar.
-Grindelwald es una persona muy complicada, nunca nuestra como es realmente y bueno, todo lo relacionado a él es un "misterio", por decirlo de alguna manera, muy complicado- sus ojos se concentraron en estudiar la figura contraria, definitivamente el tiempo que dedicaría en él valdría la pena.
Sintió un hormigueo en su estómago, haciendo que se aclarara la garganta.
ESTÁS LEYENDO
𝔓𝔞𝔠𝔱𝔬 𝔡𝔢 𝔖𝔞𝔫𝔤𝔯𝔢 (Grindeldore)
FanfictionEn el verano de 1899, Dumbledore y Grindelwald crearon un Pacto de Sangre, magia joven y sin duda, una de las más poderosas de todas, al hacer tal Pacto, se creó un bebé, el cuál cambiará el mundo mágico y sus ideales.