[21] ¿Qué más quieres de mí?

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Si me pides que cambie y que te obedezca en todo, ¿será lo mejor? —comenzó a cantar Lin Yao sin mirar a Guan Ze después de empezar. Su mirada estaba un poco perdida: —Quiero que no pienses en nada, que cuando te diga que gires a la izquierda gires a la derecha, que logre cambiarte y te sientas incómodo, ¿cómo podríamos vivir así...?

Guan Ze lo escuchaba ensimismado, la voz de Lin Yao era clara, cuando cantaba era diferente a cuando hablaba, con mucho sentimiento.

Mientras reflexionaba, Lin Yao de repente dejó el micrófono, bajó del escenario y se acercó a él.

Ahora me doy cuenta, somos así. ¡Ay! ¿Qué quieres? Ya me da igual —dijo Lin Yao mientras pisaba con fuerza el sofá que tenía al lado y se inclinaba hacia él apoyando los codos en las piernas: —¿Qué quieres que haga? ¿Qué quieres que haga? ¿Qué quieres que haga...?

Guan Ze lo miraba con una sonrisa. Era evidente que Lin Yao había bebido demasiado. Guan Ze finalmente entendía por qué se había comportado así en el estacionamiento aquel día. El chico no podía con más de una copa.

Esta es la primera vez que Lin Yao no evitaba su mirada. Antes, cada vez que se miraban, Lin Yao rápidamente la esquivaba, pero ahora la miraba fijamente a los ojos.

Al final de la canción y como el sofá era demasiado blando. Lin Yao no fue capaz de soportarlo y se balanceó. Simplemente saltó hacia adelante, puso su mano sobre la cabeza de Guan Ze y se arrodilló a su lado con una pierna: —¿Qué más quieres de mí?

Después de cantar, Lin Yao regresó al escenario, colocó el micrófono en el soporte y la sala se llenó de gritos: —¡Otra canción!

—A un lado —Lin Yao sonrió: —Recuerden este momento. 

Lian Jun tomó un sorbo de vino con una sonrisa, miró a Guan Ze de reojo y se acercó a él: —Lin Yao rara vez canta una canción cuando sale a cantar con nosotros, que son como veinte veces en total. Hoy lo noté, te estaba cantando a ti...

Guan Ze no dijo nada, incluso cuando Lian Jun le dio un pulgar arriba: —Eres increíble.

—¿Qué estás diciendo? —Lin Yao se acercó y se desplomó en su asiento, dando una palmada en la cara de Lian Jun: —No digas tonterías.

—No me atrevo, con tu genio —Lian Jun no dijo nada más y se acercó a la mesa para jugar a los dados con los demás.

—¿Estás de servicio? —Lin Yao rebuscó cuidadosamente en la mesa de centro, tomó una lata y luego de asegurarse de que no era cerveza, se dispuso a abrirla. Sin embargo, sus dedos estaban un poco entumecidos y tardó un buen rato en conseguirlo.

—Eres la persona con la mayor diferencia entre su estado normal y cuando canta que he visto en mi vida —dijo Guan Ze mientras le quitaba la lata de su mano y la abría.

—¿De verdad? —dijo Lin Yao con una sonrisa, dándole una fuerte palmada en el hombro: —Es porque estoy borracho, director Guan.

—Se nota —dijo Guan Ze asintiendo con la cabeza. La palmada de Lin Yao le hizo sentir un dolor punzante en el hombro. Si no hubiera estado borracho, ni con veinticinco agallas se habría atrevido a hacerlo.

—No bebas —dijo Lin Yao recostándose en el sofá y acurrucándose con una pierna sobre la otra, abrazando sus rodillas: —Si bebes, nadie podrá conducir. 

—Mm —Guan Ze descubrió que una de las ventajas de que Lin Yao bebiera mucho era que se relajaba, y cuando hablaba con él no siempre estaba tan tenso como un... ¿pollito a punto de explotar?

GOLP34 D3 NUEV∅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora