GOLP34 D3 NUEV∅

[55] Familiar del paciente.

Después de gritar señalando a Guan Ze, Lin Yao no sabía qué hacer. Su mente era un caos, como si hubieran pasado una docena de trenes bala por ella, zumbando sin saber qué zumbaba, simplemente todo era un desorden.

Sus oídos también dejaron de escuchar, solo oía estruendos y golpes. Su visión se estaba volviendo borrosa, y sentía que sus sienes palpitaban al ritmo de su corazón, de manera irregular pero con un ritmo intenso.

Incluso su cuerpo rígido se balanceaba hacia adelante y hacia atrás con los latidos de su corazón, obligándolo a dar medio paso adelante con las piernas tensas para mantener el equilibrio.

—¡¿Qué sucede contigo?! —Zhang Xing fue el primero en reaccionar después del grito de Lin Yao. Cuando se dio la vuelta y vio a Lin Yao parado justo detrás de él, casi se le salen los ojos: —¡¿Cómo llegaste aquí?!

—No fue fácil seguirte todo el camino —Lin Yao le sonrió mostrando los dientes, luego fijó su mirada en el rostro atónito de Guan Ze. Su voz aún temblaba y apenas podía controlarse: —Guan Ze, ¡realmente eres despiadado!

—Lin Yao, tú... —Guan Ze nunca imaginó que Lin Yao aparecería frente a él sin previo aviso, siguiendo a Zhang Xing. Probablemente era la primera vez en diez años que se quedaba sin palabras debido al shock.

—¿Qué yo qué? —Lin Yao finalmente salió de su confusión y emoción, se acercó a Guan Ze, tres pasos, solo tres pasos desde la puerta hasta Guan Ze, pero todas las emociones que había experimentado antes de estos tres pasos se agolparon en ese instante: —¿Yo qué? ¿Cómo es que vine corriendo? ¿Por qué vine corriendo?

Guan Ze no dijo nada. La voz de Lin Yao era bastante fuerte, pero se veía muy demacrado, su rostro no se veía bien y sus ojos tenían venas rojas, lo que lo hacían sentir muy angustiado.

—¿Qué corres? ¿Crees que con estas cosas puedes huir, dejarme solo sufriendo por dos días y ya está todo resuelto? ¿Me tomas por un niño de tres años que llora un rato cuando pierde un juguete, se seca las lágrimas y luego va por el siguiente juguete? —Lin Yao miró fijamente a Guan Ze, desde su cabeza calva hasta su frente y luego su nariz: —¡Te lo digo! ¡Incluso cuando mi auto de juguete perdió sus tres ruedas, lo seguía atesorando, y cuando mi papá lo tiró, estuve deprimido por casi un año! Cada vez que pienso en mi auto sin una rueda, me duele el corazón, ¡cuánto más tratándose de una persona!

Guan Ze seguía sin decir nada. 

Zhang Xing, que estaba parado a un lado, probablemente no estaba acostumbrado a la forma de hablar de Lin Yao, parecía un poco aturdido, quería decir algo pero parecía no entender la situación, se quedó perplejo un momento y luego salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él.

—¡Te dije que al principio no pensé mucho en cómo sería después, pero eso no significa que nunca lo pensaría! —Lin Yao apretó los dientes: —Guan Ze, me subestimas demasiado, ¡no te hipnotices a ti mismo pensando que soy un niño!

—¿Sabes cómo me sentí? La noche anterior te dije buenas noches, y al día siguiente fui a la empresa y desapareciste. Fui a tu casa y no pude encontrarte, tampoco pude contactarte por teléfono. ¡Tú sabes mejor que nadie cómo se siente ser empujado y dejado de lado! —Mientras Lin Yao hablaba, sus ojos empezaron a arder. Se frotó los ojos descuidadamente, no quería llorar mientras maldecía: —¡Dime! ¿Pensaste en cómo me sentí cuando me empujaste así?, ¿y me dejaste de lado y no pude encontrarte?

Lin Yao agarró el cuello de la camisa de Guan Ze y gritó: —¡Habla, maldito calvo!

Guan Ze apartó la mano de Lin Yao de su cuello y lo abrazó con fuerza, sus brazos apretándolo firmemente.