GOLP34 D3 NUEV∅

[50] Gracias, hermano.

Guan Ze se lavó la cara, tomó un pañuelo de papel y se secó lentamente. Qi Jian lo miraba fijamente desde un lado, como si quisiera asegurarse de que realmente no tuviera ningún problema.

—¿No viniste al baño? —Guan Ze lo miró de reojo.

—No —Qi Jian negó con la cabeza: —Solo vine a pedirte un número de teléfono. 

—No lo conseguiste, así que quédate en el baño —Guan Ze tiró el papel a la basura: —No entres de inmediato detrás de mí a la sala privada.

—Está bien...

Guan Ze se dirigió lentamente hacia la sala privada. Al entrar, vio a Lin Yao parado en una pequeña plataforma, jugando con el micrófono.

—Siéntate rápido —Lin Yao sonrió al verlo entrar: —Voy a cantar una canción clásica. 

Guan Ze vio a las dos chicas sentadas en la consola de karaoke reírse a carcajadas, sin saber qué canción había elegido Lin Yao. Ese chico estaba tan animado sin siquiera haber bebido. Se volvió a sentar en el sofá y tomó un sorbo de té lentamente.

Tan pronto como comenzó la música, el sorbo de té que Guan Ze acababa de tomar terminó en sus pantalones. Todos en la sala privada comenzaron a aplaudir y reír.

—¡Buen trabajo, Yaoyao! —gritó Lian Jun, golpeando la mesa con un vaso vacío.

—Gracias —dijo Lin Yao haciendo una pequeña reverencia con mucha seriedad, se aclaró la garganta y comenzó a cantar siguiendo la música.

A Guan Ze le gustaba ver a Lin Yao en el escenario, incluso en un pequeño escenario como el de esta sala privada, cuando se subía, toda su persona cambiaba. Tenía una apariencia especial, completamente diferente a su habitual aspecto tonto.

Pero esta canción...dejó la taza de té en la mesa y cuando volvió a tomarla, sabía que si lo sostenía, se reiría tanto que lo derramaría todo.

—Dicen que soy un viejo cerdo y gordo, con una barriga grande y orejas grandes, y bendecido con buena suerte —Lin Yao sostenía el micrófono con una mano, con una expresión seria: —Yo, el viejo cerdo, estoy tan feliz hoy, cargando a mi nueva esposa sobre mi espalda y cantando mientras camino, cantando...

Todos en la sala privada aplaudían y reían, y se escucharon silbidos. Guan Ze miró a Lin Yao sonriendo, estaba bastante impresionado de que Lin Yao pudiera cantar esta canción infantil sin cambiar de expresión, y además de posar como una gran estrella de la música.

—Saliendo de Gao Lao Zhuang, el paisaje a lo largo del camino es hermoso, querida esposa, escucha lo que te digo, —Lin Yao señaló repentinamente a Guan Ze, luego levantó el soporte del micrófono y gritó a todo pulmón: —Dicen que soy un viejo cerdo y gordo, pero tú eres incluso más pesada, como una montaña sobre mí, presionándome, presionándome...

—¡Cobarde! —Lian Jun se rió y maldijo a un lado.

Lin Yao enfatizó especialmente las tres palabras "sobre mí", con una expresión de odio en sus dientes, y siguió mirando fijamente a Guan Ze. Guan Ze no tuvo más remedio que sonreír y levantar la mano para bloquear las flechas de mirada que Lin Yao le disparaba a la cara.

Lin Yao no saltó del escenario para cantar a Guan Ze como la última vez. Insistió en quedarse en el escenario y terminó la canción con los aplausos y las risas de todos. Luego guardó el micrófono, hizo una reverencia y saltó del escenario bajo los gritos de todos para acurrucarse en el sofá junto a Guan Ze.

—¡Qué tal! —Lin Yao le dio una palmada en la pierna a Guan Ze.

—Muy genial —Guan Ze se frotó la pierna adormecida y preguntó sonriendo: —¿Es esa canción que escuchaba de niño en la televisión? Con tu voz suena completamente diferente.