GOLP34 D3 NUEV∅

[EXTRA 2]

El regalo de cumpleaños que Lu Teng le dio a Guan Ze era un cerdito hecho con pajitas de plástico, enseñado por una tía del orfanato. Estaba bastante feo, tanto que Lin Yao al principio no pudo distinguir si era un cerdo, un perro o alguna otra cosa. Sin embargo, se notaba que el pequeño lo había hecho con mucho cuidado, e incluso había dibujado una tarjeta de felicitación para Guan Ze.

Desde que subieron al auto, Lu Teng no había dejado de hablar, diciendo "Feliz cumpleaños, papá" cada poco minuto. Guan Ze lo abrazaba en el asiento trasero, respondiendo siempre con una sonrisa.

—Lu Teng, cuando lleguemos al parque de diversiones, ¿a qué quieres jugar? —preguntó Lin Yao mirando a Lu Teng por el espejo retrovisor. Los niños siempre están emocionados por los cumpleaños, incluso si son los cumpleaños de otras personas.

Él era igual cuando era pequeño; se emocionaba tres días antes del cumpleaños de Lin Zong, aunque Lin Zong siempre decía: "¿Qué tienes que ver tú con mi cumpleaños?". Pero él no podía evitar seguir recordándole a Lin Zong: es tu cumpleaños, vamos a comer pastel, tendrás ropa nueva...

—Quiero ir a la casa embrujada —respondió Lu Teng sin pensarlo.

—No tienes la edad suficiente —se rió Lin Yao. Cada vez que lo llevaban al parque de diversiones y le preguntaban qué quería hacer, Lu Teng siempre daba la misma respuesta: —¿Hay algo más?

—Pero hoy es el cumpleaños de papá, ¿no puede haber una excepción?—preguntó Lu Teng: —Tengo muchas ganas de saber qué hay dentro de la casa embrujada

—En unos años más podrás ir, ¿qué tal si vamos al barco pirata? —Lin Yao lo pensó por un momento.

—Gege —Lu Teng se agarró del respaldo del asiento del conductor y lo llamó.

—Dime tío. —Lin Yao lo corrigió.

—Tío Gege.

—¿No sigues siendo Gege?

—Gege tío. 

—...Está bien, al menos ya es tío, ¿qué pasa? —Lin Yao se sintió un poco impotente.

—¿Qué hay en la casa embrujada? —Lu Teng parecía no haber escuchado en absoluto la sugerencia sobre el barco pirata, y seguía pensando en la casa del 

—No lo sé, nunca he entrado —dijo Lin Yao. No tenía interés en la casa embrujada. No creía en fantasmas, pero pensaba que probablemente no podría soportar un lugar diseñado específicamente para asustar a la gente.

—¿Tú tampoco tienes la edad suficiente? —preguntó Lu Teng felizmente.

Guan Ze, sentado en el asiento trasero, se rió. Apoyando su dedo en la sien mientras observaba a los dos con interés.

—Yo...—Lin Yao podía ver la mirada de Lu Teng en el espejo retrovisor: —No he ido, no es que no tenga la edad suficiente para entrar. 

—¿Podrías entrar y echar un vistazo por mí? Solo quiero saber qué hay dentro, ¿de acuerdo? —Lu Teng se mordió el labio, miró hacia atrás a Guan Ze, luego se volvió y susurró al oído de Lin Yao: —Papá es valiente, él te acompañará, así no tendrás miedo, ¿de acuerdo?

—¡No es que tenga miedo! —Lin Yao golpeó el volante y suspiró: —Está bien, entraré a echar un vistazo por ti, ¿de acuerdo?

—Papá, ¿acompañarás a Gege? —Lu Teng se volvió y se lanzó sobre Guan Ze.

—¡No es necesario! ¡No tengo miedo! —gritó Lin Yao.

—Lo acompañaré —dijo Guan Ze abrazando a Lu Teng después de pensarlo: —No me preocupa que tu Gege tenga miedo, me preocupa que se pierda.