Capítulo 9: Dabria.

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Recorro el perfecto pecho de Ian con mis pequeñas manos, su piel blanca me hipnotiza y me quedo como un idiota viéndolo, el aroma que desprende el baño se combina con el aroma de Ian, me dejan sin respiración.

-Ian...oye

-¿hmmm?- dice abriendo un ojo.

-¿se siente bien?

-Tus manos son torpes y pequeñas, pero si, es bueno, date la vuelta déjame enjabonar tu espalda- me volteo.

Ian empieza a enjabonar lentamente mi espalda, cierro los ojos, estoy evitando a toda costa gemir. Su mano baja más y empieza a acariciar mi trasero, no me quejo y sigo sin abrir los ojos.

-Sebastian... - me da la vuelta y me besa, me besa delicadamente. Amablemente- ponte de rodillas.

Obedezco, me pongo de rodillas y recargo mis manos en la bañera, sigue enjabonando mi espalda, mi trasero y una mano se posiciona en mi cintura, empieza a bajar lentamente y toca mi pene, el cual empieza a ponerse duro.

-Ian... ah... por favor, para.

-¿Por qué? –Susurra y besa mi cuello- parece que lo disfrutas.

-Aaah, me prometiste que... mgh, me dirías quien es Dabria...

-Me importa una mierda Dabria, Sebastian, yo solo quiero que seamos uno de nuevo... por favor.

-Como sea, haz lo que quieras.

Después de decir eso, Ian acerca dos dedos a mi boca, entiendo el mensaje y en vez de lamberlos los muerdo.

-Hey ¿Qué pasa?

-No...

-¿no qué? –me dice confundido.

No estoy seguro de lo que voy a decir y lo más probable es que me arrepienta.

-Solo mételo.

-¿Qué? ¿Estás loco?-ríe y me ve fijamente, se da cuenta de mi cara sería y deja de reírse lentamente- estas de joda...

-No lo estoy.

-Te va a doler.

-Lo se

-¿y que te hace pensar que quiero lastimarte?

-¡solo quiero que lo hagas y ya, si no, ¡puedo buscar algo con satisfacerme yo solo!

Hey, hey, hey ¿Qué mierda he dicho? Oh no, me estoy volviendo loco, ¿Qué me pasa?... espera, ahora lo comprendo, me puse así desde que vi a Dabria, tan bonita y perfecta... ¿celos? Oh por dios no, Ian me está viendo y sé que estoy rojo, inmensamente rojo. Trato de salir de la bañera y me jala de la muñeca, me mete al agua de nuevo y me pone en mis rodillas de nuevo.

Siento algo húmedo en mi trasero y doy un brinco, eso fue como una descarga eléctrica... la lengua de Ian esta en mi trasero, oh mierda santa.

-Aaah ¿Ian que haces?

-Bueno, me gustaría meterlo y ya, pero en verdad no quiero lastimarte enano, ya sabes, es grande- Me hace una sonrisa burlona.

-Idiota, te la pasas ¡aaaaaah! Riendo...- su dedo entra en mí y mi grito suena como un eco en el baño

-Si... gime, gime mucho. No. Grita.

-Ian... por favor, para...

Otro dedo entra y esos dos entran y salen repetidas veces, mis gemidos empiezan a ser más fuertes, más necesitados, si... necesito a Ian dentro de mí.

-Ian... por favor...

-Eres un- besa y lambe mi cuello- pequeño pervertido.

-La... aaah, primera vez que lo hicimos fue perfecta...

Es tan difícil amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora