− ¡Feliz cumpleaños, hermano! –volteo a ver a Scott y el muy idiota me trae un pie de manzana con dieciocho veladoras.
− ¿Era necesario esto? –pregunto dejando mi cigarrillo en el cenicero, apagándolo.
−Sí, también es necesario que dejes de fumar, es asqueroso –deja el pastel en la mesa y me abraza –Feliz cumpleaños Ian.
No puedo describir la felicidad con palabras, así que simplemente lo abrazo fuerte susurrando un "gracias". Amo a mi hermano.
−Mira, sé que casi todo el tiempo me comporto como un hermano sobreprotector diciéndote las cosas que puedes hacer y cuales no –pongo los ojos en blanco y me da un manotazo en el brazo que me hace tener que sobarlo por el dolor –Entonces, he decidido que hoy, por ser tu cumpleaños dieciocho, por haber pasado el examen a la universidad y que nuestros sueños de tener nuestra empresa juntos está cada vez más cerca...
Le hago un gesto con la mano para que pare. Tanta palabrería me está mareando.
−Scott, ¿puedes decirme lo que quieres decirme un poco más resumido? –me cruzo de brazos observándolo con mi peor cara.
−Eres un amargado Ian, te van a salir canas antes de tiempo.
−Cállate estúpido y dime que planeas.
−Te voy a llevar a ese asqueroso lugar que me dijiste el otro día, al bar. Te prestaré dinero para que puedas apostar y beber un poco.
Lo miro con los ojos abiertos y lo abrazo dándole un beso en la mejilla.
−Pendejo, eres el mejor hermano del mundo.
−Lo sé –dice quitándose mi beso de la mejilla con un "puaj, que asco".
Me río y lo abrazo y beso de nuevo.
− ¡Es noche de fiesta! –grito subiendo las escaleras a mi habitación para buscar que ponerme, pero antes me regreso por mi pie − ¿Te vas a acostar con chicas? –pregunto con el pie en la mano y quitándole las veladoras.
−No lo sé. Puede ser –hace cara de pensador y le doy un buen golpe en la cabeza.
−Deja algo, que con esos ojos verdes tan raros las enamoras a todas.
−No las enamoro, nomás quieren sexo.
Me le quedo viendo feo cuando pone cara de pervertido. Como lo odio.
−Idiota –digo subiendo las escaleras riéndome –Algún día tendrás que enamorarte y vas a sufrir Scott Levidier.
− ¡Tú vas a sufrir aún más corazón de hielo!
− ¡Soy un Levidier después de todo! –nos gritamos ya que sigo subiendo las escaleras y me meto a mi habitación para prepararme para la fiesta.
Unas cuantas horas después salgo vestido de mi habitación y me encuentro con mi madre en las escaleras, ella me felicita y me da un regalo. Le doy las gracias y me tiro al sillón para abrirlo en lo que espero a mi hermano.
Me desespero de no poder quitarle la cinta y rasgo todo el papel. Es una caja grande, por lo que supongo debe ser un regalo grande, me desespero y rompo la caja para encontrar dentro otra caja. ¿Qué demonios?
Escucho pasos acercándose y Scott se deja caer a mi lado viendo la caja con una sonrisa.
− ¿Puedes creer que mamá me regalo una caja? –le digo alzándola y dándome cuenta que adentro hay otra cosa.
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Es tan difícil amarte.
Storie d'amoreSebastian es un chico que esta enamorado de su jefe Ian Levidier, el cual por 4 años trabajando para él, sabía de los sentimientos de Sebastian, nunca lo tomó en cuenta hasta un día en el que decide darle una pequeña oportunidad pero no de la manera...