Capítulo 16: Addie Reid y Andrew Dale.

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-¿Ya te vas hijo? –pregunta mi madre desde la cocina cuando me ve bajar las escaleras.

-Si... ¿Por qué? –me termino de abrochar la camisola y me coloco bien el reloj en lo que espero a que me diga algo.

-¿Sin desayunar? Ayer no cenaste nada... -se queda en silencio al darse cuenta de lo que ha dicho – Lo siento...

-No te preocupes... pero no quiero compartir la mesa con mi padre si vamos a estar discutiendo cada vez que lo hagamos.

-Está bien, pero solo estamos tú y yo, tu padre se fue muy temprano.

-Apuesto a que estaba molesto, no tengo mucha hambre... pero me quedare a desayunar contigo –le sonrió y ella sonríe triunfante, mientras me sirve yo me siento en el comedor.

-Aquí –dice al dejar el plato frente a mí.

-Gracias.

Fue una agradable mañana al lado de mi madre, al parecer me extrañaba muchísimo porque en un momento dado en nuestra plática se puso a llorar y dijo que estaba muy feliz de verme. A mí también me da felicidad verla pero a la vez tristeza de que esté sufriendo al no verme por culpa de mi padre.

Sabía que mi madre sería diferente en esta situación, ella me sigue amando como soy, no le importa el hecho de que sea homosexual. Supongo que es el amor de madre y se lo agradezco, si ella se comportara como mi padre yo no sabría qué hacer.

Al final le dije que todo estaba bien, se moría de ganas de que le contara como iba mi relación con Ian, pero quería ahorrarme el tiempo de explicar que es un amor unilateral y preocuparla más de lo que ya está.

Entro al estacionamiento del hospital y empiezo a sentirme nervioso, dejo el auto estacionado en el único lugar libre que hay, enseguida están todos los autos que tienen su lugar reservado. Enseguida de mí puedo ver el nombre del dueño de un BMW plateado. Es hermoso.

Dr. Andrew Dale.

No puede ser "ese" Andrew, ¿o sí? Bueno... hay muchas personas que se pueden llamar igual en la vida. Pero en esta ciudad no creo que haya dos Andrew Dale.

Niego repetidas veces, para sacarme eso de la cabeza y concentrarme solo en mi hermana, salgo del estacionamiento y entro al hospital por la puerta principal, pregunto a la recepcionista por mi hermana y me dice: "Habitación 304" a lo que le respondo con un "gracias" para dirigirme hacia el elevador.

Pulso el botón esperando a que se abra y mientras tanto me quedo pensando... tengo muchos años sin ver a mi hermana, aunque no me reconozca, yo a ella sí y... seré un manojo de nervios horrible, no quiero llorar.

El elevador hace un sonido y casi doy gracias al cielo, tardo un poco. Pero en vez de eso, frente a mí me encuentro exactamente al Dr. Dale, sabía que no podría haber dos en esta ciudad.

-¡Sebastian! Wow... sabía que había la posibilidad de que nos encontramos aquí... pero no tan rápido –me le quedo viendo en shock, no ha cambiado en nada, a diferencia de que ahora está muy alto y tiene lentes.

-Andrew...

-El mismo... -sale del elevador y las puertas se cierran, no puedo moverme ni siquiera para subir a él.

-Yo...

-Sé que debe de ser sorprendente volver a verme –pulsa el botón del elevador y yo sigo todos sus movimientos con la vista –Pero tu hermana es mi paciente, nos vamos a estar viendo seguido.

-No importa, no es como si para mi fueras un desconocido.

-Tenemos mucho tiempo sin vernos –las puertas del elevador se abren de nuevo y me agarra del brazo para subir ambos a él.

Es tan difícil amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora