xxviii. the way i loved you

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❪ omniscient narrator's pov ❫

Había pasado exactamente un mes de que Elena y João cortaron todo tipo de comunicación. Estaba bien, o eso quiso creer la menor.

Como había acordado con Jack, mandó a Cassie con él a Manchester, aunque al principio dudó un poco al final ella misma fue la que le pidió ir. Y eso era bueno, la mantenía alejada de los pensamientos sobre el luso, poco a poco lo iría superando, ella y la argentina.

Elena decidió vivir alejada tanto de João y de Jack, decidió venirse a vivir a Tottenham que era una ciudad bonita y tranquila.
Y al principio venirse a Tottenham no estaba en sus planes, iba a ir a Manchester, pero el Cuti Romero hizo que cambiará de opinión y viniera a vivirse con él.

Y no, no estaban viviendo en la misma casa, Elena quiso tener su propio espacio y eso el argentino lo entendió perfectamente.

Le comentó que ya se había separado de la mujer hace tiempo, lo cuál se hizo un poco triste, conocía a su mujer o ahora ex mujer y ella era un completo sol. Elena se negó a ir por respeto a la madre de su bebé pero él le insistió diciendo que no había problema en verse cada cierto tiempo.

Fue algo bueno, y le agradeció bastante al Cuti por todo. Las cosas iban bien, y cuando se vino a vivir con él se podía sentir la tensión entre ellos. Quizás fue mía, eso pensaba hasta que estuvimos una noche solos.

El punto es, Elena ya es feliz...

No, no lo es. Le hacia falta João, por más que Cuti le trate bien y de lo mejor, siempre eligirá pelear con João.

—Eu wacha, ¿Querés mate? —la pregunta del Cuti sacó de sus pensamientos.

—La pregunta ofende —se hizo la indignada y ambos rieron.

—Derrepente no querías, por eso pregunto —respondió obvio haciéndole su mate—. Siempre es bueno preguntar.

Y así eran casi todos los días. Él siempre era así, tan bueno que le dolía a la menor no poder amarlo como amo a João. Era un sentimiento de culpa que la carcomia por dentro.

—Y, siempre viene bien el mate —respondió sentándose en una silla que estaba por ahí.

—Mate, patria y familia —bromeo el mayor.

Daba igual todo. Daba igual si el Cuti la trababa bien y como se merecía, si era un total hombre que resuelve y el mejor del mundo, daba igual si era campeón del mundo, daba igual todo.

La única persona que estaba en su corazón era João.

—Eu, Lena —el argentino la llamó.

—¿Qué?

—¿Que somos? —inquirió conectando su mirada con la de la menor.

—Humanos, obvio —contestó bromeando mientras trataba de esquivar la pregunta.

—Dale, sabes de qué hablo —insistió el futbolista.

—Y no sé, ¿Vos qué querés? —preguntó.

—A mi no me importa tener una etiqueta, pero quiero saber si me querés como yo te quiero a vos o si simplemente quedamos como amigos —contestó.

¿Ahora saben de qué habla Elena?

Él era un completo sol, y un caballero completamente.

—Vengo saliendo de una relación, creo que hay que tomar las cosas con calma... digo, hasta que Cassie se acostumbré.

—Entiendo —asintió y siguió con lo suyo.

La menor no se sentía mal, no se le rompía el corazón al verlo así. No sentía absolutamente nada.

Para ella los únicos hombres que amo en su vida fue Jack y João. Y no, George no entra por que él era su hermano, y ella habla de sus amores en forma más que una amistad.

🦭

La pelinegra sonreía falsamente. No se sentía a gusto estando con Cuti, para nada.
Extrañaba los chistes de João, aunque fueran malísimos o en portugués, ella siempre se divertida con esos chistes. Y ahora con los del futbolista, daban risa para morirse, pero ella no sentía nada de eso.

Todo le recordaba a João.

Cuti era sensible y tan increíble, y para el ojo de cada mujer soltera, estaban celosas del hombre que le tocó a Elena.

Él era de esos hombres que decían todo lo que necesitabas oír, como si leyeran tu mente o tu cara y supieran que decir en ese momento para subirte el ánimo, Elena no podía pedir nada más teniendo al Cuti a su lado.

Y ella se sentía perfectamente bien con él, estaba a gusto estando a su lado y del trato que él le brindaba.

Pero extrañaba la extraña relación de “amor y odio” que tenía con el portugués. En donde no importaban las peleas, los conflictos o los gritos, ambos sabían que se amaban apesar de eso y era lo único que necesitaban.

Cada noche después de la pelea que tuvieron, la argentina se la pasaba maldiciendo su nombre en las madrugadas. Escribiendo canciones o poemas sobre su estado, sin importarle mucho la hora en la que estaba. Solo pensaba en él.

Elena estaba tan enamorada que actuaba como loca, pero así era la manera en la que ella lo amo.

Y quizás podría sonar tóxico, pero así eran ellos. Así se amaban por más tóxico que sonase.

Estaban destinados, pero no a acabar juntos quizás.

Sea como sea el caso, las cosas ya estaban hechas y nadie podía cambiar el pasado aunque quisiese. Simplemente tenían que aceptar su realidad y el futuro que estaba por venir.

🦭

—¿Elena tomando té? Eso sí no lo vi venir —comentó el mayor viéndola.

—No tengo ganas de algo pesado, es todo Dam —respondió dándole un sorbo a su té.

Y era cierto, últimamente se sentía agotada, con náuseas y sin ganas de comer o tomar algo pesado. Lo único que estaba tomando era té o algo liviano, incluso dejo de comer Milanesa con puré, para todos era algo extraño viniendo de Elena ya que ella nunca era así, ni cuando se enfermaba.

—Dale boluda, no asustes y decí que tenés —pidió. Aunque ambos se venían un poco separados siempre se preocupaban por el otro.

—No tengo nada, solo me siento muy llena —se encogió de hombros.

—La última vez que pasó estuviste embarazada de Cassie —después de eso el ambiente se volvió silencioso, apenas se podían oír sus respiraciones.

—Elena...

—No —lo interrumpió rápidamente—. No estoy embarazada y menos de João —se negó rápidamente.

—¡Todo cuadra, pelotuda! —exclama el mayor.

—¡Es solo coincidencia! —se excusó.

—Yo solo digo, hazte una prueba de sangre para salir de las dudas —aconsejó—. Y si lo estás, decile a João.

Esto no estaba en los planes de la menor, por supuesto que no. Jamás se pensó volver a estar embarazada, y menos de João.

Aunque si se lo plantaba era bonito poder decirlo que estaba embarazada de João, pero no sé quería hacer ilusiones aún. Tal vez y era un embarazo psicológico o tal vez solo era pérdida de apetito y ya.

MINE; joão félixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora