v. daylight

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❪ 𝗈𝗆𝗇𝗂𝗌𝖼𝖾𝗇𝗍 𝗇𝖺𝗋𝗋𝖺𝗍𝗈𝗋'𝗌 𝗉𝗈𝗏 ❫

—¿Te ha hablado? —preguntó el castaño refiriéndose a Cassie. Ambos novios falsos estaban en la cocina. El castaño lavaba los platos mientras que la pelinegra estaba sentada en la encimera de la cocina.

—No, ella no quiere verme ni en pintura. —contestó la pelinegra. Odiaba estar en esa situación, pero en parte se lo merecía.

—No exageres, Lena, estoy seguro que ella te hablará. —aseguró el futbolista mientras caminaba hacía dónde la pelinegra sentada.

—Seguro, en un par de años. —respondió la cantante con sarcasmo. Para su mala suerte, su hija había sacado el carácter a su madre y el físico de su padre.

João nego con la cabeza mientras reía—. No lo hará. —aseguró mientras se recostaba sobre la encimera.

—Créeme boludo, ella sacó mi carácter. —se señaló así misma con un poco de orgullo. A veces de lamentaba haber tenido que heredarle su carácter.

—Pero si el de Cass es bonito, princesa. —declaró—. Aunque cuando se enoja en el UNO es el peor. —añadió riendo. La pelinegra no quería reírse, pero no pudo evitarlo hacerlo por las bromas que hacía el mayor.

A veces pensaba si tan solo le diera una oportunidad al castaño, todo el contrato sería más fácil, aunque eso siempre terminaba en las cosas que no iba a hacer, no por el momento

—El UNO es sagrado para ella, yo antes cuando estaba en los tiempos dorados con la Scaloneta siempre jugábamos al UNO. —recordó la menor con una sonrisa, sin querer queriendo la menor llevó su mano hacía la del mayor—. Y siempre gana yo, hasta que Cassie se unió a los juegos junto a los otros hijos de los demás futbolistas y me quitó mi racha. —añadió aún con su mano sobre la del castaño.

—Bueno, ya tienes a alguien que te va a ganar, princesa. —contestó el futbolista mientras acariciaba la mano de la pelinegra.

—Si, lo que vos digas. —exclamó de manera sarcástica mientras reía.

—¿Vas a ir con Cassie al partido de mañana? —preguntó el castaño cambiando de tema—. Es que se me antoja dedicarle goles a mi novia. —añadió en broma.

—Sos un idiota. —la pelinegra rodó los ojos divertida.-Mañana yo no puedo ir y Cassie no sé si quiera.

—¿Por qué? —preguntó el castaño algo triste pero ante los ojos de la pelinegra no se veía.

—No sé si te acordas, pero hace un mes saqué mi álbum y confirmamos que somos pareja. —dijo con obviedad—. Las solicitudes de entrevistas me llueven, y acepte una para mañana. —añadió.

—Cancelala y ven al partido de mañana. —contestó con simpleza el mayor.

—No pienso hacer eso, además, es mejor la entrevista por más que me guste el fútbol. —argumenta—. Ahora bajame de aquí. —pidió, ya le estaba molestando mucho estar en la encimera.

El castaño río pero hizo caso ante la petición de la pelinegra. La agarró por la cintura y la bajó de la encimera.

—Gracias. —agradeció la menor.

—Não me agradeça agora, você me fará um favor mais tarde. —contestó el castaño en portugués. Le guiño el ojo y se fue sin más de la cocina.

La pelinegra se quedó procesando lo que acaba de pasar, no sabía portugués por lo que no entendió lo que João quiso decir, y tampoco entendió porque le guiño el ojo y le gustó.

🦭

La pelinegra prefería estar en el partido de su "novio" que en una entrevista, pero para su mala suerte tenía que hacerlas.

Estaba sentada en una silla del set, la entrevista sería para el canal de Youtube de 'WIRED', y para su mala suerte tendría que hablar casi todo el tiempo en inglés.

—En dos empezamos. —le avisó el camarógrafo, la menor se digno a asentir.

Le explicaron en qué consistía, responder preguntas que estaban en la tabla que le habían dado a la pelinegra.

El camarógrafo hizo la cuenta regresiva y luego comenzó a grabar. La pelinegra saludó, se presentó y presentó lo que iba a hacer.

Hicieron un corte y le dieron una tabla con preguntas que estaban ocultas con un pedazo de cinta blanca.

—Entonces, tenemos... —la pelinegra sacó la cinta de la primera pregunta— ¿Cuando comenzaste a salir con João Félix? —leyó la pregunta.

—Oficialmente, tres meses, pero sin tener una etiqueta cuatro meses. —la menor mintió con lo primero que se le ocurrió—. Y ante el público un mes. —añadió.

—Elena Paredes en una sola palabra. —leyó y sonrió—. Enojona. —respondió mientras reía. Le recordó lo que le dijo João en la mañana—Confirmado por João. —añadió sonriendo.

—Elena Paredes vuelve a la música. —leyó—. Bueno, hace un mes saqué mi álbum, y puede ser que tenga unas canciones guardadas por ahí.—contestó mientras le guiñaba el ojo a la cámara en broma.

—Elena Paredes es prima de Leandro Paredes. —leyó y río ante las palabras, que sonaban más como pregunta—. No sé, puede ser que seamos primos lejanos, eh. —respondió con una sonrisa.

Era verdad, habían posibilidades de que ella y Leandro sean primos, no sólo por el apellido, habían varias razones.

La pelinegra siguió con las preguntas, en algunas reía más que otras. Luego se despidió en el vídeo y pudo respirar en paz, a veces odiaba las cámaras por qué se sentía presionada.

Se despidió y agradeció a los que estaban presentes y se retiró.

🦭

—Parece que alguien está de buen humor. —exclamó la pelinegra recostada en el marco de la habitación del castaño.

—Perdimos uno a cero. —contestó el castaño aún sin mirarla. Estaba acostado boca arriba en su cama. La pelinegra sonrió y se acercó hacia él.

—Seguro el siguiente partido les irá mejor. —aseguró la pelinegra mientras se sentaba a su lado.

—¿Y a ti? —preguntó el castaño sentándose a su lado.

—La primera pregunta fue sobre nuestra relación. —la pelinegra al recordar eso sonrió—. Y luego otras pero insignificantes, más eran sobre mi carrera.

—Nada mais? Creí que te preguntarían más preguntas sobre nosotros. —dijo volviendo a acostarse en la cama.

—Nah, nada más. —contestó—. Igual, si preguntarán algo más con una mentira más que suficiente.

El castaño río—. Hablé con Cass. —cambió de tema—. Dijo que yo era su padre así no fuera su sangre, pero que quiere conocer más a Jack. —explicó.

—Maldita sea. —maldijo por lo bajo mientras se acostaba al lado del futbolista.

—Ella está enojada contigo. —mencionó, cosa que para Elena era obvio.

—Era obvio. —le dio la razón. El castaño no aguanto más y atrajo a la pelinegra hacía él abrazándola.

La pelinegra se sorprendió completamente pero acepto el abrazo, y eso no era común en ella, y menos con el castaño.

—Eu, mañana tengo mi primer concierto luego de años, ¿Podés ir? —pidió la pelinegra, ni siquiera lo hacía por el contrato, solamente le nació pedirle.

—Eu estarei lá, princesa. —contestó el portugués.

—Lo tomaré como un sí. —exclamó la menor haciendo reír al castaño.

—Tómalo como quieras, pero iré a verte y espero que me dediques canciones, eh. —amenazó el castaño haciendo reír a la menor.

Definitivamente uno de sus mejores días y su mejor conversación de las que vendrán. La pelinegra jamás olvidará está conversación.

MINE; joão félixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora